FOTOGALERÍA. El primer viaje tripulado a Marte está preparado para la próxima década y aunque parezca una locura, Interplanetary Transport System (ITS) ya lo aseguró. Incluso ya tiene precio y quien quiera viajar a Marte deberá pagar US$ 200,000. Este sería el plan de Elon Musk y su empresa SpaceX para viajar a Marte, el cual contará con una arquitectura basada en dos elementos, el lanzador gigante — antes denominado BFR (Big Fucking Rocket) — y la nave marciana.
Este cohete tendrá una capacidad en órbita baja de 550 toneladas, superando cualquier otro lanzador jamás construido. Sus dimensiones serán de 122 metros de alto y 12 metros de diámetro, mientras que el Saturno V tenía 111 metros de altura y 10 metros de ancho. El cohete del programa Apolo tenía una masa al lanzamiento de 3,040 toneladas, el cohete marciano de SpaceX alcanzaría las 13.033 toneladas.
La primera etapa tendrá 42 motores Raptor a base de metano y oxígeno líquido que generarán 128 meganewtons de empuje. Este número supera las previsiones y está relacionado con la relativa escasa potencia de este motor.
Esta etapa será reutilizable y deberá aterrizar con total precisión sobre la rampa de lanzamiento 39A del Centro Espacial Kennedy de la NASA, donde volverá a despegar con otra nave tras ser cargada de combustible.
La nave de SpaceX tendrá un núcleo interno de siete motores capaz de girar para controlar el vehículo durante el aterrizaje. Según Musk, la etapa tolerará el fallo de varios motores y podrá ser reutilizada hasta mil veces.
La nave marciana, que parece sacada de una película de ciencia ficción tendrá una longitud de 49.5 metros y un diámetro de 17 metros. Será capaz de mandar una carga de 450 toneladas a Marte y podrá llevar hasta cien personas. También usará motores Raptor, pero en vez de 42 solo llevará 9, 6 optimizados para el vacío y 3 para el nivel del mar. La nave marciana tendrá dos versiones: una tripulada y otra no tripulada.
Para viajar al planeta rojo primero se situará la nave marciana tripulada en órbita baja, usará el combustible de sus tanques para alcanzar el espacio. Pese a que no podrá poner rumbo a Marte por sí sola, necesitará ser cargada de combustible mediante la versión de carga. Al respecto, Musk indicó que serán necesarias entre tres y cinco cargas de combustible para mandar la nave a Marte. Un viaje tripulado requerirá entre cuatro y seis lanzamientos.
La nave usará paneles solares para generar hasta 20 kW de electricidad durante el trayecto a Marte y no dispondrá de sistemas especiales contra la radiación (rayos cósmicos y viento solar). La duración del viaje sería de 115 días, lo que permitirá reducir la masa de víveres y los requisitos de los sistemas de soporte vital.
Para entrar y maniobrar en la atmósfera marciana a velocidades muy elevadas, de hasta 8,5 km/s en Marte y 12,5 km/s en la Tierra su escudo térmico tendrá que ser muy robusto. Esta capacidad permite aprovechar una mayor cantidad de ventanas de lanzamiento.
El vehículo usará retropropulsión supersónica para frenar y aterrizar en Marte sin necesidad de paracaídas u otros sistemas de frenado. Y se prevé que aterrizará en posición vertical como si fuera una primera etapa de un cohete de SpaceX. Así mientras los astronautas exploran y/o colonizan Marte, la nave comenzaría a generar metano mediante tecnologías ISRU (In-Situ Resource Utilization) con el fin de volver a casa.
Aunque es muy famosa, SpaceX solo es una compañía aerospacial y no es suficiente para sufragar un proyecto de este tipo. Solo el gobierno estadounidense a través de la NASA podría financiarlo, pero eso sería aún más complicado. Los boletos ya tienen precio y quien quiera aventurarse a viajar a Marte deberá desembolsar US$ 200,000.