China empieza a construir su ciudad-verde futurista y autosuficiente
Como engullida por la naturaleza, la primera ciudad-bosque del mundo ya empieza a tomar forma en China. 40,000 árboles y casi un millón de plantas de 100 especies diferentes emitirán 900 toneladas de oxígeno, que podrán disfrutar hasta 30,000 habitantes.
Por: Redacción Gestion.pe
Según la OMS, China es el país más contaminante del mundo junto a Estados Unidos. Durante décadas el gigante asiático miró para otro lado mientras lograba récords de emisión de gases contaminantes (500 microgramos por metro cúbico en la mayoría de sus grandes urbes) y la estampa de sus habitantes ataviados con mascarillas se convertía en algo habitual.
Pero algo parece estar cambiando en la política ambiental china y sólo hay que ver las cifras: ha reforzado sus presupuestos en energías limpias en 32.000 millones de dólares anuales (el doble que EE.UU.) y pretende cumplir con los objetivos del Acuerdo de París, como la reducción del consumo de combustibles fósiles en un 20%.
Parte de esta inversión se irá a la primera ciudad-bosque del mundo, una urbe cubierta de vegetación que será el pulmón verde de la región de Liuzhou, situada al Sur de China.
Contará con 40,000 árboles y casi un millón de plantas de 100 especies diferentes que absorberán 10,000 toneladas de dióxido de carbono y 57 toneladas de contaminantes al año. Se calcula que será capaz de de producir cerca de 900 toneladas de oxígeno.
El proyecto está diseñado por el estudio Stefano Boeri Architetti, especializado en iniciativas ecológicas, y se espera que esté finalizado para 2020. En los modelos en 3D se puede ver una ciudad “abrazada” por la naturaleza, donde edificios, carreteras y calles están prácticamente cubiertos con vegetación.
Se espera que esta urbe verde pueda dar cobijo a 30.000 habitantes que, además de respirar aire puro, no sufrirán contaminación acústica ni altas temperaturas y convivirán con un amplio abanico de especies animales.
El proyecto se enmarca dentro del concepto de Forest City, que además de apostar firmemente por la sostenibilidad no renuncia a la innovación y a las nuevas tecnologías como parte de esa filosofía de consumo inteligente. Por eso, a la ciudad se accederá a través de una línea rápida para coches eléctricos y usará fuentes de energía renovable como la solar y la geotérmica para hacerla autosuficiente.