Gimnasio: una herramienta para controlar el alto estrés laboral
Ya no es un lujo instalarlos en los edificios de oficina, sino una necesidad de bienestar.
Por: Redacción Gestion.pe
La ausencia laboral y hasta la baja productividad pueden tener relación con el estrés. En el país, seis de cada diez personas afirmaron, el año pasado, que su vida fue estresante; y siete de cada diez dijeron haberlo sentido en el trabajo.
Las empresas no pueden obviarlo.
Por ello, muchas de las más grandes ya no se conforman con los servicios de siempre. En Lima es cada vez más frecuente encontrar edificios para oficinas prime con gimnasios.
Carmen Heinman, profesora de la carrera de Psicología de la Universidad Peruana de Ciencias Aplicadas (UPC), explica que los gimnasios en las oficina “fomentan
la autoestima del trabajador, que se siente valorado y cuidado en un entorno de trabajo donde cuidan su salud y bienestar”.
“Las organizaciones están entendiendo que la prosperidad y la economía empieza por lograr que el trabajador se sienta feliz con lo que hace, porque así se reducirá el ausentismo, los errores, la rotación de personal y los accidentes”,
afirma.
Un estudio de la Universidad de Harvard sostiene que el estrés producido por el trabajo puede ser tan dañino como estar expuesto al humo del cigarrillo de los fumadores. Un centro de labores injusto aumenta
la probabilidad de padecer una seria enfermedad en 50% y eleva el riesgo de morir antes de tiempo hasta en 20%.
El estrés causa millonarias pérdidas en los países desarrollados.
El Instituto Americano del Estrés sostiene que en el 2006 las empresas en Estados Unidos perdieron US$ 300,000 millones de dólares porque sus empleados se ausentaron, tuvieron contratiempos o simplemente redujeron su productividad, y todo ello relacionado con el estrés, que es un desgastarse, un asfixiarse.
Para Ricardo Alania, director del área académica de Factor Humano de la escuela de posgrado de la UPC, este servicio “es un beneficio”. Ahora bien, sostiene que la oportunidad de crecimiento en la organización sigue siendo muy valorado por los colaboradores.
Sin embargo, Alania ahonda en que los gimnasios en las organizaciones, como las salas de esparcimiento, las piscinas para empleados, y otros servicios que existen y existirán, jamás serán más importantes que el contexto humano y la relación entre jefe y colaborador.
Aunque no siempre, indica, los espacios como gimnasios mejoran por sí solos los indicadores de gestión. “Hay que tomar nota del impacto emocional que significa quedarse en el lugar de trabajo”, anota.
Nuevas tendencias
Para Abel Santibañez, experto en comunicación corporativa y profesor de la Universidad de San Marcos y de la escuela de negocios ESAN, las tendencias como gimnasios son solo herramientas en la estrategia de lograr que los colaboradores disminuyan sus tensiones y promuevan su creatividad.
Todos estos esfuerzos gerenciales sirven de poco si en la organización, explica, existe lo que se denomina “techo de cristal”, es decir, la imposibilidad de alcanzar niveles altos de dirección.
César Pera, director de la maestría en Desarrollo Organizacional y Dirección de Personas de la Universidad del Pacífico, sostiene que el ambiente laboral, todo lo que rodea al colaborador, tiene un impacto en él, y el sentirse a gusto es muy importante porque nuestra predisposición cambia para bien: potencia nuestra creatividad, reduce nuestros miedos, estimula el contacto con otros y, finalmente, incrementa nuestra productividad.