Edificios corporativos ya cuentan con sismógrafo interconectado
Sistemas permiten proteger la vida de los ocupantes.
Por: Redacción Gestion.pe
Además de permitir mayor eficiencia y comodidad para los colaboradores de una organización, la oficina debe ofrecer seguridad a sus ocupantes frente a eventuales fenómenos naturales, como los movimientos sísmicos. Por ello, resulta fundamental que las edificaciones corporativas sean sismorresistentes e incorporen elementos de seguridad, como el sismógrafo interconectado.
Gonzalo Arredondo Bellido, gerente comercial de Desarrolladora del Pacífico, explicó que una edificación sismorresistente es aquella que se diseña y
construye con una adecuada configuración estructural, con componentes de dimensiones apropiadas y materiales, con una proporción y resistencia suficientes
para soportar la acción de las fuerzas sísmicas causadas por la naturaleza, las que son muy frecuentes en el país.
Arredondo explicó que el sismógrafo interconectado es un dispositivo calibrado y supervisado por la entidad rectora en registros sísmicos con un mantenimiento a largo plazo. “Este dispositivo brinda información en tiempo real y en forma
electrónica, contemplando parámetros del estado del tiempo como humedad, viento, presión barométrica, etcétera, lo que apoya el desarrollo de la investigación sísmica local”.
El sistema de aisladores sísmicos
Funcionamiento. Los aisladores sísmicos son herramientas de alta tecnología que protegen una estructura de los efectos destructivos de un sismo. Este sistema trabaja separando la base de la edificación de la tierra.
Así, los movimientos del suelo que producen los terremotos o sismos menores no afectan la estructura de la edificación. Por lo general,
edificaciones no esbeltas, edificios multifamiliares, colegios, universidades, hospitales, puentes, centros de emergencia, entre otros, explicó César Guzmán- Marquina, gerente general de la constructora Produktiva.
Gonzalo Arredondo sostuvo que desde el año 2006 se establece en el Reglamento Nacional de Edificaciones la obligatoriedad de que toda edificación con más de 10,000 m2 de área techada contemple el diseño y la implementación de un registrador acelerográfico triaxial.
“Esta norma se viene aplicando en proyectos de mayor envergadura. Con lo cual, la red de sismógrafos interconectados está creciendo en beneficio de la investigación y mejora de las especificaciones del diseño sismorresistente”, explicó.
Para ello, las oficinas además deben contar con iluminación natural, control climático automatizado, controles de acceso para personas y vehículos, aislamiento acústico, terrazas, circuito cerrado de seguridad, sistema logístico de recepción y distribución de correo, estacionamientos con áreas funcionales
y grupo electrógeno.
Por su parte, César Guzmán-Marquina, gerente general de la constructora
Produktiva, responsable de ejecutar las edificaciones de Edifica, sostiene que sus proyectos cuentan con aisladores sísmicos que hacen que la estructura tenga menos daños ante un sismo y la operación del mismo sea más rápida después de un sismo.
Señaló que lo importante es que, al margen de la fuerza del sismo, siempre la estructura del edificio otorgue tiempo para que las personas puedan salvar su vida. “Ante un sismo frecuente, de los que ocurren cada 50 años, una estructura
bien diseñada debe quedar completamente operativa, pero ante un sismo severo, de los que ocurren cada 500 años, la estructura queda dañada pero debe asegurar
el resguardo de la vida”, comentó.