¿Venezuela es una dictadura al estilo Cuba? Claves para entender la crisis

Fiel a su amenaza, el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, celebró las elecciones el 30 de julio para formar una asamblea constituyente que deberá modificar la constitución del país. Sus adversarios se oponían a la medida por considerarla un intento de perpetuarse en el poder, y calificaron la elección de fraudulenta, advirtiendo que Maduro llenará la asamblea con sus partidarios, mientras que acusaron al Consejo Nacional Electoral de inflar el resultado de la votación.

A medida que crece el rechazo internacional, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, cumplió su advertencia de tomar "acciones económicas fuertes y rápidas" si Maduro continuaba con sus planes, y el Departamento del Tesoro aplicó el lunes sanciones contra el mandatario venezolano y congeló cualquier activo que se encuentre bajo jurisdicción estadounidense. Steven Mnuchin, el secretario del Tesoro, lo llamó dictador y dijo que aún se estaban evaluando otras medidas.

¿Cómo respondió Maduro a las sanciones de EE.UU.?. Muy al estilo de Maduro, las celebró, afirmando que estaba orgulloso de ser sancionado y prometió no obedecer lo que describió como "órdenes imperialistas". El martes, los líderes de la oposición Leopoldo López y Antonio Ledezma fueron violentamente detenidos por la policía secreta durante la noche y trasladados nuevamente a prisión tras haber permanecido bajo arresto domiciliario. Después que 13 de sus más cercanos asesores fueron sancionados por Estados Unidos la semana pasada, los presentó con espadas ceremoniales en un discurso televisado a todo el país.

¿Qué es lo que quiere cambiar Maduro en la Constitución?. Desde que anunció el plan para convocar "la constituyente" en mayo, Maduro ha sido vago sobre lo que quiere lograr o por qué el país la necesita, aparte de decir que será un "gran diálogo", un "encuentro" y una oportunidad para que los venezolanos "vivan en paz y pongan fin a la violencia". También ha dicho que la oposición será derrotada de una vez por todas. Otros miembros de su gabinete han dicho que los controles y las regulaciones económicas que ya son estrictas deberían fortalecerse. Lo único cierto es que, una vez convocada, Venezuela despertará a un país diferente, y nadie sabe realmente lo que viene a continuación.

¿Significa que Venezuela pronto podría ser una dictadura?. La constituyente sin duda representaría una escalada de los recientes pasos en esa dirección. Una vez instalada, presidirá todas las demás ramas del gobierno, y por sí sola podrá determinar cuánto tiempo debe permanecer en el poder. Los analistas esperan que Maduro use rápidamente el órgano para forzar la salida de Luisa Ortega Díaz, la fiscal general que ha surgido como su más férrea crítica dentro del partido socialista gobernante. Los críticos también temen que la nueva asamblea pueda demorar las elecciones regionales y presidenciales programadas que la mayoría de las encuestas muestran que el gobierno no podrá ganar.

¿Cómo Venezuela se ha alejado del régimen democrático?. Los críticos de Maduro dicen que la primera ruptura importante con la democracia de Venezuela ocurrió el año pasado cuando la autoridad electoral y los tribunales locales paralizaron un referéndum revocatorio sobre su gobierno, incluso después de que la oposición siguiera las reglas establecidas en la constitución actual. Los continuos ataques contra los poderes de la Asamblea Nacional controlada por la oposición por la Corte Suprema, que respalda a Maduro, también han hecho que muchos cuestionen el estatus de Venezuela como democracia. Otras señales autoritarias: más de 3,000 personas han sido arrestadas desde marzo de 2017 y más de 110 manifestantes han muerto en enfrentamientos con las fuerzas progubernamentales durante los últimos cuatro meses.

¿Qué es una asamblea constituyente?. Es una convención constitucional convocada por el presidente y compuesta por delegados electos. Tiene el poder no sólo de revisar la constitución sino de escribir una nueva, o de disolver o reemplazar las ramas del gobierno. La última asamblea fue convocada en 1999, cuando el ex presidente Hugo Chávez supervisó la elaboración de la actual Constitución, reemplazando una escrita en 1961.

¿Se cuestionará su legitimidad?. Casi con toda seguridad. Aunque el Consejo Nacional Electoral dijo que más de 8 millones de personas participaron en la votación, los funcionarios de la oposición y las encuestas de salida privadas estimaron la participación total en menos de la mitad de esa cifra. Colombia, Perú, Argentina y Panamá, entre otros países, emitieron declaraciones diciendo que no reconocerían la votación. La instalación de la asamblea también surge en momentos en que la popularidad de Maduro se encuentra en un mínimo histórico de alrededor del 17%. También es importante destacar que a los votantes no se les preguntó si querían la asamblea, que según las encuestas, sólo el 20% de los venezolanos apoya. Dado que la oposición ha llamado a boicotear el proceso, todos los nombres en la boleta serían partidarios de Maduro, y sólo unos 25 de ellos son políticos conocidos. Si la votación se realiza, el gobierno no puede perder.

¿Qué ocurrirá después?. Se espera que la asamblea se instale antes del 3 de agosto y entonces tendrá que elegir a su líder. Quienquiera que resulte ser podría convertirse en una de las personas más poderosas del país. Queda por verse si el puesto va a quedar en manos de un miembro del círculo íntimo de Maduro o de una facción rival dentro del partido socialista. Se rumorea que Diosdado Cabello, un agente de poder con fuertes lazos con el Ejército, estaría interesado en el puesto.

¿Qué podría pasar con el petróleo de Venezuela?. Si bien EE.UU. hasta ahora no ha aplicado sanciones económicas amplias, la sola amenaza de restringir las exportaciones petroleras del país es una poderosa herramienta que podría llevar a la nación al borde de un desastre. EE.UU. es el mercado más grande de Venezuela, y el petróleo representa el 95 por ciento de sus ingresos de divisas. Si bien Maduro podría redirigir el petróleo a otros mercados en Asia, tendría que aceptar un fuerte descuento y los costos de transporte serían más altos. Cualquier interrupción en el flujo de divisas del país intensificaría inmediatamente los temores de un default de la deuda externa del país, que enfrenta pagos de alrededor de US$ 5,000 millones este año. Los inversionistas están cada vez más preocupados por esta posibilidad, y las variaciones en el default crediticio muestran que la probabilidad de un incumplimiento en los próximos 12 meses ha aumentado a 63%.