Republicanos evalúan respuesta ante delicada situación de Trump con miras al futuro
Si Trump perdiera la elección presidencial ante la demócrata Hillary Clinton, su polarizadora candidatura podría repercutir más allá del 2016, afectando a futuros aspirantes republicanos a la Casa Blanca.
Por: Redacción Gestion.pe
(Reuters).- Los futuros aspirantes republicanos a la presidencia de Estados Unidos están evaluando si es una buena opción permanecer junto al candidato Donald Trump, cuyas perspectivas electorales están agonizando y enfrenta cada vez más controversias.
Estrategas del partido temen que los votantes que están escapando de Trump tampoco apoyen a candidatos republicanos para el Senado y la Cámara de Representantes, lo que posiblemente le costaría al partido el control del Congreso.
Si Trump perdiera la elección presidencial del 8 de noviembre ante la demócrata Hillary Clinton, su polarizadora candidatura podría repercutir más allá del 2016, afectando a futuros aspirantes republicanos a la Casa Blanca.
Algunos de los potenciales aspirantes son el presidente de la Cámara de Representantes, Paul Ryan, el senador Marco Rubio y el gobernador de Indiana, Mike Pence, compañero de fórmula de Trump como vicepresidente.
El millonario empresario de Nueva York ya enfrentaba dificultades en los sondeos de opinión antes de que un video del 2005 difundido la semana pasada lo mostrara hablando en términos sexualmente agresivos. Luego de eso aparecieron historias en varios medios que acusaban a Trump de haber abordado a mujeres de manera inapropiada.
Trump denunció airadamente a las historias, a los medios y a los republicanos que no han querido apoyarlo.
“La marca ya ha sido dañada irrevocablemente. No hay nada que podamos hacer en el corto plazo”, reconoció Doug Heye, un ex funcionario de alto nivel del Comité Nacional Republicano.
Mirando a la elección legislativa del 2018 y a los comicios presidenciales del 2020, Heye dijo: “En dos a cuatro años, la mancha en el alma de nuestro partido no será lavada”.
Pero un fracaso de Trump no es garantía de que los republicanos vayan a sufrir por mucho tiempo. Cuatro años después de la masiva derrota de Barry Goldwater en 1964, Richard Nixon llegó a la Casa Blanca.
Momento decisivo
Para los republicanos que aspiran a competir por la presidencia en cuatro años, decidir si respaldar o no a Trump podría ser un momento determinante similar al que los políticos enfrentaron en el 2002 cuando apoyaron la invasión a Irak impulsada por el presidente George Bush.
Para el 2006, el sentimiento público se había vuelto en contra de la guerra de Irak, algunos políticos republicanos perdieron sus empleos y los demócratas conquistaron ambas cámaras del Congreso.
Los aspirantes presidenciales republicanos del futuro ahora deben estar preguntándose: ¿Cómo puedo ser leal y permanecer junto a Trump mientras al mismo tiempo expando la base del partido para incluir a los sectores que el candidato ha alejado? Más ampliamente, deben plantearse: ¿Cuál es el lado correcto de la historia?
La candidatura de Trump ha atraído el apoyo apasionado de un grupo duro de votantes, pero también ha alejado a algunos moderados e independientes.
Republicanos como Heye temen que el candidato, quien ya ha conseguido el rechazo de muchos votantes latinos por su dura posición sobre inmigración, le cueste también al partido una generación de mujeres.
Ryan, Rubio y Pence ya han buscado de alguna manera distanciarse de Trump. Ryan dijo esta semana a sus pares que no defendería más al candidato republicano en público. Rubio, quien lo enfrentó en la primaria del partido y busca ser reelegido en Florida, criticó sus declaraciones sobre las mujeres, pero no le ha retirado su apoyo.
Y Pence frecuentemente se ve forzado a responder por la conducta de su compañero de fórmula, pero en el debate de los candidatos a vicepresidente de la semana pasada logró plantear diferencias políticas con Trump.