¿Qué haría la Francia anti extrema derecha si gana Marine Le Pen?
Después de las sobresaltos del Brexit y de la elección de Donald Trump nadie descarta una posible sorpresa en los comicios sobre todo porque un tercio de los electores franceses están aún indecisos.
Por: Redacción Gestion.pe
(AFP) A solo dos semanas de las elecciones presidenciales en Francia, los electores radicalmente opuestos a la extrema derecha se preguntan qué hacer si gana el Frente Nacional, cuya candidata, Marine Le Pen, se clasificará para la segunda vuelta según los sondeos.
Los mismos sondeos pronostican una derrota de la líder del Frente Nacional (FN), partido antinmigración y antieuro que quiere “poner Francia en orden”, en la segunda vuelta, el 7 de mayo, cualquiera que sea su adversario.
Sin embargo, después de las sobresaltos del Brexit y de la elección de Donald Trump nadie descarta una posible sorpresa, sobre todo porque un tercio de los electores están aún indecisos.
En la prensa y las librerías francesas proliferan desde hace varios meses artículos y libros que imaginan las consecuencias de una presidencia del FN, cuyas ideas han ganado indiscutiblemente terreno en Francia estos últimos años.
“Un peligro concreto”, según Matthieu Croissandeau, director del semanario ‘L’Obs’, que ha dedicado en marzo un especial al “escenario negro de los 100 primeros días” de un quinquenio de Le Pen. El mundo de la cultura está ya en pie de guerra.
“El Frente Nacional está a las puertas del poder. Llamamos a frenar a Marine Le Pen” en nombre de “la libertad de pensar y de crear”, escriben esta semana cientos de artistas, como las actrices Jeanne Moreau y Léa Seydoux.
Como los estadounidenses anti Trump tentados de huir a Canadá, algunos aseguran que escogerían el exilio.
El francomauriciano Jean-Marie Gustave Le Clézio, Premio Nobel de Literatura, renunciaría a su pasaporte francés si Marine Le Pen se instalase en el Elíseo, asegura desde 2015. Otros prometen entrar en la resistencia, incluido en la función pública.
“Damos la voz de alarma”
El embajador de Francia en Japón, Thierry Dana, anunció que se colocaría “en reserva de cualquier función diplomática”, negándose a servir un Estado con el sello FN. La enseñanza se vería enfrentada al mismo dilema.
“Desde el día siguiente, como profesor de ciencias de la educación, la cuestión que surgirá para mí es ‘¿Cómo enseñar (…) en una Francia lepenista?’”, se plantea François Durpaire, coautor de “La presidenta”, un cómic que imagina una Francia gobernada por el Frente Nacional.
“Para mí la cuestión está clara, respeto el voto democrático pero me resisto con fuerza a cualquier medida contraria a las leyes de Francia”, afirma a la AFP este historiador de formación, citando la voluntad de Le Pen de instaurar un “tiempo de carencia” de dos años antes de que los extranjeros puedan beneficiarse de la educación gratuita.
“Será posible oponer una resistencia no solo moral sino también jurídica. Frente a Donald Trump, no hay solo militantes de extrema izquierda, hay jueces”, indica.
Tensión política
En Estados Unidos, algunos tribunales bloquearon un controvertido decreto migratorio que prohíbe la llegada de refugiados y de ciudadanos de seis países musulmanes.
“La presidencia de Le Pen sería un fracaso político para los derechos humanos pero seguiremos luchando”, insistía el presidente de la Federación Internacional de Derechos Humanos (FIDH), Dimitris Christopoulos, infatigable defensor de los derechos de los inmigrantes, que vive entre Francia y Grecia.
Si es elegida, “damos la voz de alarma”, reacciona Laurent Joffrin, director de la redacción del diario de izquierda Libération.
Desde la elección de Donald Trump, “la prensa estadounidense se lanzó en un movimiento de resistencia frente al nuevo presidente de Estados Unidos, están muy alerta y luchan con fuerza (…) Haremos lo mismo aquí”, asegura.
“Pero no habrá fascismo de la noche a la mañana”, relativiza el periodista. “Para aprobar leyes, hace falta una mayoría en la Asamblea, así que el próximo combate será inmediato: evitar que el FN obtenga una mayoría para aplicar su programa” y “obtener una cohabitación”.