El Papa Francisco recibió a 25,000 enamorados en El Vaticano

Jorge Bergoglio dio algunos consejos a las parejas que colmaron la Plaza de San Pedro en el marco del Día de San Valentín. “¡Nunca terminen el día sin hacer las paces!”, les dijo el Sumo Pontífice.

(Reuters)

Por: Redacción Gestion.pe

Ciudad del Vaticano (AP).- El papa Francisco ofreció algunos consejos del Día de San Valentín para un matrimonio duradero y dijo a miles de parejas jóvenes que la receta del éxito depende de no olvidar de decir tres palabras sencillas: “por favor, gracias y lo siento”.

Francisco dijo a unos 25,000 novios y novias reunidos en la Plaza de San Pedro para una jornada especial que las expresiones de cortesía, agradecimiento y pesar van muy lejos en la preservación y fortalecimiento del amor a lo largo del tiempo.

“¡Nunca terminen el día sin hacer las paces!”, les rogó. “Porque si terminan el día sin hacer las paces, lo que les queda adentro se endurece y enfría y es más difícil hacer las paces al día siguiente”.

En varias ocasiones Francisco ha recibido a parejas jóvenes para aconsejarles antes de que se embarquen en el matrimonio. La necesidad de dicho asesoramiento por parte de la Iglesia, antes y después de la boda, es un tema donde el pontífice espera elaborar en una reunión importante sobre la familia que se llevará a cabo en el Vaticano en octubre.

El pontífice a menudo se lamenta del número de matrimonios que terminan en divorcio y atribuye el fracaso de las relaciones a la prevaleciente “cultura provisional” de hoy en día que hace que la gente no esté dispuesta a hacer compromisos de por vida.

Originalmente, la audiencia se realizaría dentro de un auditorio de la Santa Sede. Pero la respuesta de las parejas a la invitación de Francisco fue tan numerosa —dignatarios del Vaticano dijeron que se presentaron 25.000 personas de 30 países— que el acto se efectuó en la plaza en una tarde soleada después de semanas de lluvias.

Francisco bromeó diciendo que todos cometen errores y nadie es perfecto. “La familia perfecta no existe, ni el marido ni la esposa perfectos”, dijo. “¡Y ni que hablar de la suegra perfecta!”.