El papa celebra la misa de Pascua en medio de fuertes medidas de seguridad
Todo el barrio en torno a la Basílica de San Pedro fue acordonado el domingo por la mañana y se habilitaron varios puntos de acceso para un primer control de bolsas.
Por: Redacción Gestion.pe
Ciudad del Vaticano (AFP).- El papa Francisco empezó a celebrar este domingo la tradicional misa de Pascua en la plaza de San Pedro del Vaticano ante decenas de miles de fieles y en medio de un imponente dispositivo de seguridad.
La misa del Domingo de Resurrección, el día más importante del calendario litúrgico cristiano, comenzó a las 10:00 horas locales (08H00 GMT), bajo un cielo nuboso.
Las celebraciones de Pascua, que comenzaron el Jueves Santo con una misa y el tradicional lavado de pies por parte del Papa, dieron lugar a fuertes medidas de seguridad tras los atentados del domingo pasado contra iglesias coptas en Egipto.
Todo el barrio en torno a la Basílica de San Pedro fue acordonado el domingo por la mañana y se habilitaron varios puntos de acceso para un primer control de bolsas.
El acceso a la plaza propiamente dicha solo era posible pasando por un pórtico detector de metales como el de los aeropuertos. Las autoridades instalaron unos 30 alrededor de la imponente columnata de Bernini que rodea la plaza.
Cientos de policías y miembros de las fuerzas de seguridad vigilaban las inmediaciones de la explanada, como ya hicieran la víspera para la Vigilia Pascual y para el Vía Crucis del viernes cerca del Coliseo.
La misa será seguida de la tradicional bendición Urbi et Orbi, a la ciudad y al mundo, en torno al mediodía (10H00 GMT).
El papa argentino ya presidió la víspera la Vigila Pascual durante la cual bautizó a 11 adultos y niños llegados de todos los continentes.
Francisco se refirió nuevamente en esa ocasión a “los rostros de quienes experimentan el desprecio porque son inmigrantes, huérfanos de patria, de casa, de familia”.
El viernes, después del Vía Crucis, había calificado de “vergüenza” la “sangre inocente que cotidianamente es derramada de mujeres, niños, inmigrantes y personas perseguidas por su color de piel, su pertenencia étnica, social o su fe”.
“Vergüenza por todas las imágenes de devastación, de destrucción y de naufragio que se han vuelto ordinarias en nuestra vida”, insistió el pontífice en esa ocasión.