“El objetivo era la descentralización y la gente se ha preocupado por regionalizar”
Roberto Abusada, panelista de la mesa de Descentralización de CADE, critica la falta de control a los partidos con presencia nacional en las regiones. Sentencia que “han entrado al juego de franquiciar su marca”.
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Por: Redacción Gestion.pe
Nancy Portugal Prado
nancy.portugal@diariogestion.com.pe
“Estamos actuando como un gobierno federal cuando somos una república unitaria”, sentencia Roberto Abusada. El director del Instituto Peruano de Economía considera que a pesar de que no se ha avanzado en descentralizar el país, considera que las regiones no deberían perder sus facultades. En lugar de ello, planeta un estudio de la problemática de cada una. “Tiene que definirse cuáles son las competencias que son transferibles; una competencia puede ser transferida a una región y a otra no”:
¿Fue una buena idea dividir al Perú en regiones?
La idea original, en efecto, era abrir el territorio en regiones más amplias, macroregiones. Esto no funcionó porque se decidió mal, en base a referéndums que no funcionaron. Al final, hemos superpuesto una caja más de gobierno sobre la que ya existía. El problema es que el objetivo es la descentralización y la gente se ha concentrado en regionalizar.
¿Cómo obtener una mirada más profunda de cada región?
Lo que tenemos es que el ente rector tiene que certificar lo que la unidad subnacional es capaz de llevar a cabo estas regiones. Lo que se ha hecho es, a tontas y a locas, transferir funciones llenando unos documentos y no certificando verdaderamente. El gobierno central tampoco ayudó a capacitar a las entidades a las que certificaba.
¿Qué se necesitaría para que haya descentralización?
Aquí la implementación fue mal hecha. En el proceso se transfirieron funciones y los entes que las recibieron usurparon funciones que no les corresponden. El gobierno regional no tiene nada que decir respecto a la mediana o gran minería, la red de caminos nacionales o a las centrales hidroeléctricas. Hay un doble problema: la manera cómo se dice y la manera en la que el gobierno central ha abdicado en sus obligaciones porque no quiere meterse en líos.
¿Es momento de quitarle facultades a las regiones?
No, yo no creo que sea cuestión de quitarles facultades, sino darles las facultades de acuerdo a ley. Para eso hay que rectificar a cada unidad subnacional para que puedan ejercer las competencias de acuerdo a ley. No tiene sentido comprar camiones que se pueden comprar de manera centralizada. El ente rector tiene que decidir estas cosas. Lo más importante es rescatar el carácter unitario del Estado. Nosotros no somos un país federal, somos un país unitario y descentralizado. Es el poder central el que debe hacer su trabajo.
¿A qué se refiere con hacer su trabajo?
Certificar, ser ente rector y sancionador. El ministerio podría sancionar a quien no cumple con las normas dictadas.
¿No se hace?
No se está haciendo. Se ha soltado el dinero y las competencias, y aquí se han lavado las manos.
¿Cuál es el rol de la contraloría?
Tiene un rol importante, pero tiene que haber cierta confianza en que los funcionarios elegidos puedan cumplir con sus tareas. La contraloría necesita hacer controles post. Ahora, la contraloría no está totalmente descentralizada y, efectivamente, si le pides cuentas a la unidad subnacional, basta con que la contraloría no esté satisfecha para que eso sea plena prueba para acusar a un funcionario. Todo eso se ha dejado en el aire.
¿Qué no se está fiscalizando?
Han surgido movimientos regionales en ausencia de partidos políticos fuertes que se crean de una manera muy fácil, con menos requisitos y supervisión. Cualquier persona con dinero puede formar un movimiento regional. Ahí tampoco se salvan los partidos con presencia nacional. Han entrado al juego de franquiciar su marca como si fuesen cadenas de comida. Son independientes que postulan con el nombre del partido nacional.
¿Se ha retrocedido en la búsqueda de descentralización especialmente en este gobierno?
Si es acercar el poder al pueblo y rendir servicios eficazmente, se retrocedió, pero no en todas las regiones. Hay regiones como San Martín donde estos poderes se han usado bien, aunque sean usurpados. Tenemos la región de Moquegua donde se ha generado un muy buen gobierno.
¿Por qué hay un Moquegua sin deserción escolar y otras regiones donde las cosas no marchan tan bien, a pesar de que hay un canon minero?
Ahí lo que sucede es que con la manera en la que el gobierno central ha delegado, ha abierto la puerta para que entren sátrapas y corruptos; y, por otro lado, dictadores benevolentes. No necesariamente quiere decir que las funciones que tiene son las que debe tener. En Moquegua hubo un señor decente y eficaz que juntó los problemas de la minería con los de la salud y el transporte e hizo paquetes, pero no tenía por qué hacer eso ni meterse con la minería ni el agua porque esos eran problemas del gobierno central. Vizcarra suplió al gobierno central y puso un parche a los problemas que el gobierno central ha creado.
¿Qué normas deberían revisarse?
Ninguna, lo que debería hacerse es cumplir las que existen.
¿Y revisar facultades?
Se han repartido las competencias sin certificar realmente si están capacitados para hacerlas y si cumplen con los requisitos que manda la ley del Poder Ejecutivo y la de la descentralización. Las leyes están bastante bien. Son siete leyes, muy razonables.