“Mecanismos para regular la educación privada no son suficientemente precisos”
Cuando los colegios privados empiezan a tener fines de lucro, responden a una demanda que no necesariamente cubre una educación integral. Daniel Salas, investigador de CENTRUM Católica, señaló los retos de la inversión privada y la educación nacional.
Por Favoractualice a un navegador mas moderno.
Por: Karina Montoya G.
En Lima Metropolitana, el descenso de las matrículas en escuelas estatales ha reducido su número de estudiantes a menos de 600 mil, mientras que las escuelas privadas tienen más de 960 mil inscritos. Para Daniel Salas, investigador de CENTRUM Católica, la educación en el Perú está experimentando una “privatización de facto” en lugar de una reforma y no se cuenta con los mecanismos necesarios para regularla.
El especialista explica que esta preferencia por las escuelas privadas es la consecuencia del deterioro de la educación pública, pero advirtió que “pagar por una educación no quiere decir que sea de calidad”. En varios casos, los centros educativos privados carecen de una infraestructura adecuada y se preocupan por responder a una demanda que no equivale a una formación integral de los alumnos.
“Hay colegios que funcionan en casas, sin patios para recreos. Tienen matrículas numerosas y funcionan en edificios que estaban hechos para oficinas o departamentos. En cuanto a calidad docente, tampoco están mucho mejor que los escolares de colegios públicos. Parece que no existen mecanismos de regulación suficientemente precisos”, indicó Salas.
Con la Ley de Promoción de la Inversión en la Educación (DL N° 882) —detalló Salas—, del año 1996, “muchos vieron que esto daría pie a una mayor innovación o diversos modelos educativos compitiendo entre sí”; sin embargo, “esta ley permite que las escuelas y las universidades tengan fines lucrativos”.
Si bien es cierto que “siempre ha habido escuelas privadas”, considerar ese detalle del fin lucrativo “cambia significativamente el panorama y tiene un efecto negativo en la mayoría de los casos”. Así, las escuelas privadas pueden ser muy buenas respondiendo a la demanda de los padres, pero una educación integral “tiene poco que ver con la demanda”, agregó el especialista.
Niveles mínimos
En los resultados de la Encuesta Censal de Estudiantes del Minedu se encontrarán varios matices. Las escuelas privadas tienen una clara ventaja sobre las públicas en comprensión lectora y matemática, pero no dejan de ser de bajo rendimiento en ambos casos. En las pruebas PISA (de estándar internacional), el aporte de la escuela privada tampoco mejora los resultados.
Así, un 28.9% de los alumnos (2° de primaria) en colegios estatales estuvo por debajo del mínimo de compresión lectora, mientras que en los privados la cifra fue solo de 6.2%. Sin embargo, si un 48% de estudiantes en colegios públicos cumplió con el mínimo esperado, en los privados fue un 45%.
Respecto a la evaluación matemática, solo un 11.7% de los alumnos en el sistema estatal consiguió un nivel de logro esperado versus el 21% de alumnos que también alcanzaron ese nivel en escuelas privadas. Quienes no llegaron ni a los niveles mínimos de manera dramática (57%) están en colegios públicos, pero un 39% del grupo de los privados tampoco pasó la prueba.
Salas no se opone a la inversión privada en este rubro, pero estima que hay un desbalance entre la oferta educativa y el mercado. En el Perú hay más de 92 mil colegios, 120 universidades y 45 institutos superiores acreditados. Y a pesar de que tenemos más centros educativos que en varios países desarrollados, el enfoque de qué educación queremos parece no estar aún muy claro.