Inicio de Cumbre de las Américas marca nuevo capítulo en relaciones entre Cuba y EE.UU.

Presidentes de ambos países se estrecharán las manos en el inicio de la cumbre, en la Ciudad de Panamá.

Barack Obama arribó ayer a la Ciudad de Panamá.

Por: Redacción Gestion.pe

(Reuters).- Estados Unidos y Cuba, dos acérrimos adversarios de la Guerra Fría durante más de medio siglo, se preparaban para escribir una nueva página de la historia cuando sus presidentes se estrechen las manos en el inicio de la Cumbre de las Américas.

Barack Obama y Raúl Castro llegaron ayer a Ciudad de Panamá, donde se desarrollará la cumbre de dos días que nuclea a los países miembros de la Organización de Estados Americanos (OEA), y por la noche sus cancilleres mantuvieron la reunión diplomática de más alto nivel desde los primeros tiempos de la revolución cubana, que tomó el poder en 1959.

El Secretario de Estado estadounidense, John Kerry, y el ministro de Relaciones Exteriores de Cuba, Bruno Rodríguez, se encontraron en el restaurante de un hotel visibles a través de sus grandes ventanas, pero se retiraron sin hacer declaraciones.

No está programada una reunión bilateral entre Obama y Castro, pero ambos se encontrarán cara a cara en la inauguración de la cumbre a las 18:00 hora local (2300 GMT).

“Son hechos históricos gracias a la lucha del pueblo cubano, pero también del pueblo latinoamericano”, dijo el viernes el presidente de Bolivia, Evo Morales, a la cadena CNN en español.

“Dijimos (los gobernantes latinoamericanos), si la próxima no participa Cuba, no vamos a participar en la cumbre de las Américas”, agregó el mandatario, uno de los más firmes aliados de Cuba junto con Venezuela, Ecuador y Nicaragua.

Obama y Castro sorprendieron al mundo el 17 de diciembre al anunciar su intención de reanudar relaciones, interrumpidas en 1961 en uno de los momentos más álgidos de la Guerra Fría entre Estados Unidos y la entonces Unión Soviética.

Cuerpos diplomáticos de ambos países han dado pasos como la liberación de detenidos, conversaciones sobre derechos humanos, temas económicos, facilidades para viajes y han hablado de abrir embajadas, algo que todavía no se concreta.

Pero para los cubanos aún está pendiente el levantamiento del embargo económico contra la isla, un viejo reclamo de Latinoamérica en las citas regionales.

En lo inmediato, existe expectativa de que Obama pueda anunciar el retiro de Cuba de una lista de países que auspician el terrorismo, una categoría en la que fue incluida por promover movimientos rebeldes en América Latina.

El Departamento de Estado de Estados Unidos recomendó que Obama haga dicho retiro, dijo el jueves un asesor de la Comisión de Relaciones Exteriores del Senado estadounidense.

El mandatario dijo ayer en Jamaica, país al que realizó una corta visita, que el Departamento de Estado completó una revisión de la lista, pero que estaba esperando una recomendación de los asesores de la Casa Blanca.

La inclusión de Cuba en la lista ha sido un gran obstáculo para la restauración de las relaciones y su remoción ayudaría a aliviar algunas sanciones financieras contra la isla y facilitaría que empresas estadounidenses hagan negocios allí.

Pero la reconciliación entre la primera economía mundial y Cuba, ubicada a pocas millas del territorio estadounidense, llega empañada por la tensión entre Washington y Caracas, cuyo líder Nicolás Maduro ha escalado su discurso antiimperialista desde que Obama emitió un decreto que considera a Venezuela como una amenaza para la seguridad.

Si bien Obama dijo en la víspera de la cumbre que en realidad no considera que Venezuela como una amenaza, Maduro quiere que el líder estadounidense rectifique y derogue el decreto, apoyado en las firmas de más de 10 millones de venezolanos.

“Errar es de humanos, pero rectificar es de sabios y esperamos una respuesta sabia del Gobierno de los Estados Unidos (…) Estamos en la hora histórica de un nuevo relacionamiento de estas dos Américas que hoy se están encontrando”, dijo el jueves la canciller venezolana, Delcy Rodríguez.

Antes de la inauguración de la cumbre, Obama asistirá al cierre de un foro empresarial junto con la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, y el presidente de México, Enrique Peña Nieto.

Además participará en un foro de la sociedad civil en el que se prevé la intervención de organizaciones cubanas afines al gobierno pero también de disidentes anticastristas, algo que generó ruido en los días previos a la cumbre