Los futuros huracanes serán peores que Harvey
La primera pregunta es la más difícil, aunque la investigación ha demostrado que el futuro probablemente verá tormentas más intensas, incluso si puede haber menos en general.
Por: Redacción Gestion.pe
Bloomberg.- ¿Cuán poderoso habría sido el huracán Harvey en 1880? ¿Cuánto más fuerte podría ser en 2100?
Un solo huracán Harvey ha sido más de lo que cualquiera puede soportar. Pero para preparar mejor a las ciudades para futuras tormentas, los investigadores se aprestan a volver a mirar a Harvey miles de veces.
Ya vienen estudiando tormentas anteriores y sus conclusiones no son un buen augurio para las próximas décadas.
En los meses y años posteriores al ataque de la supertormenta Sandy sobre Nueva Jersey y Nueva York en 2012, a Gary Lackmann, profesor de ciencias atmosféricas de la Universidad Estatal de Carolina del Norte, se le preguntó cómo podría entenderse el evento a la luz del calentamiento global impulsado por la humanidad.
Sabía que la pregunta para la cual todo el mundo quería una respuesta, ¿el cambio climático causó la tormenta?, no era la correcta. Los huracanes existieron mucho antes de la revolución industrial. Sin embargo, dos preguntas tuvieron resonancia:
¿Cómo afecta el cambio climático a la frecuencia o intensidad de las grandes tormentas? ¿Cómo habría sido o sería el patrón meteorológico que originó a Sandy en un pasado más frío o un futuro más caluroso?
La primera pregunta es la más difícil, aunque la investigación ha demostrado que el futuro probablemente verá tormentas más intensas, incluso si puede haber menos en general.
Sin embargo, hacer la segunda pregunta podría llevar a conclusiones útiles acerca de los extremos climáticos.
Lackmann pasó los últimos años recolectando información de los modelos atmosféricos de investigación de tormentas violentas, como el huracán Floyd en 1999 y las inundaciones en el centro-sur de Estados Unidos en 2010, en un esfuerzo por responder a la pregunta número dos.
Un artículo de 2015, “El huracán Sandy antes de 1900 y después de 2100”, observa cómo las versiones más cálidas o más frías del mismo patrón climático a gran escala que arrastró a Sandy afectarían su intensidad y su trayectoria a lo largo de la costa este de EE.UU. Lackmann mantuvo todo constante, excepto las variables afectadas por la temperatura, incluyendo las temperaturas del mar, aire y tierra que influyen en la humedad.
En otras palabras, se preguntó cómo los aumentos proyectados en el calentamiento global afectarían a las tormentas décadas a partir de ahora, y cómo el calentamiento hasta ahora ayuda a alimentar las tormentas hoy en día.
Sandy tuvo muchas idiosincrasias, incluyendo notablemente un brusco giro a la izquierda de su ruta norte-noreste en el océano Atlántico, justo en la costa este.
Lackmann encontró que la diferencia entre un Sandy de 1880 y el Sandy de 2012 era pequeña en comparación con la brecha entre la versión de 2012 y la que llegaría en 2100. Las simulaciones del siglo XIX revelaron una tormenta ligeramente más débil que la de la vida real.
El Sandy de 1880 también tocó tierra cerca de 96 kilómetros al sur de donde cayó la tormenta real de 2012, que llegó a la costa cerca de Atlantic City.
“La diferencia entre la versión de Sandy de los años 1800 y la actual no es tan significativa”, dijo Lackmann.
No ocurre lo mismo con el Sandy proyectado para 2100. Dadas las suposiciones de Lackmann, esa tormenta tocaría tierra casi 200 kilómetros más lejos al norte-noreste, cerca del este de Long Island o Connecticut.
A lo largo de ese camino simulado, se volvería significativamente más fuerte que el Sandy de 2012, algo que estuvo claro desde el comienzo de las simulaciones.