Francia: ¿Quién se beneficia del atentado en París?

Bashar al Assad quiere que ISIS siga siendo una amenaza inminente, para que la comunidad internacional tenga dos opciones: mantenerlo como líder sirio o dejar que los terroristas se apoderen de Siria.

El régimen de Bashar al Assad ha evitado peleas a gran escala contra el Estado islámico. (Foto: Reuters)

Por: Redacción Gestion.pe

(Bloomberg View).- Al mismo tiempo que París era atacada por asesinos, altos diplomáticos del Occidente viajaban a Viena con el objetivo de reemplazar a un asesino de masas, el presidente sirio, Bashar al Assad. La atención del mundo está ahora en el Estado Islámico, quitando la presión sobre el régimen sirio justo en el momento cuando dicha presión podría haber sido eficaz.

El régimen sirio ha evitado peleas a gran escala contra el Estado islámico. Assad quiere que el Estado Islámico siga siendo una amenaza inminente, para que la comunidad internacional tenga dos opciones: mantener a Assad o dejar que los terroristas se apoderen de Siria. Assad creó el caos que permitió que el Estado Islámico crezca.

Su régimen tiene ahora una estrategia que refuerza la presencia del Estado Islámico en el norte de Siria: los rebeldes sirios apoyados por Estados Unidos, que se supone que deben luchar contra el Estado Islámico, están siendo masacrados por el ejército sirio y los aliados iraníes y rusos de Assad. La campaña brutal de Assad contra las comunidades suníes impulsa a miles de jóvenes sirios a unirse a los yihadistas.

Y ahora que el Estado Islámico ha ejecutado una serie de ataques devastadores en París, los gobiernos occidentales están prometiendo una guerra “despiadada”, “sin piedad” e “implacable” contra el grupo. Pero nadie menciona a Assad.

El Secretario de Estado, John Kerry, dijo el sábado que la mayoría de las figuras de la oposición siria repite con frecuencia para los que quieren escuchar: Assad es el imán para los terroristas, y Siria nunca estará libre del terror hasta que Assad esté fuera del poder. Kerry quiere que Assad renuncie. “Espero que esto suceda. Ruego que pase. Porque si no es así, esta guerra no terminará. Esta guerra no podrá terminar siempre y cuando Bashar Assad esté ahí”, dijo Kerry en Viena al anunciar un pequeño avance en las conversaciones multinacionales para iniciar un proceso de paz en Siria.

Kerry señaló que más de 300,000 personas han muerto en Siria, la gran mayoría a manos del régimen de Assad. Kerry mencionó las bombas de cañón, las torturas a civiles detenidos, el uso de armas químicas, todas obras de las fuerzas de Assad. Solo si Assad deja el poder, el mundo podrá unirse para luchar contra el Estado Islámico, dijo.

El ministro de Relaciones Exteriores ruso, Sergei Lavrov, estaba sentado junto a Kerry y de inmediato se mostró en desacuerdo. Siguiendo la línea del gobierno ruso, Lavrov señaló que EE.UU. lideró las campañas para derrocar a Saddam Hussein en Irak y Muammar Gadafi en Libia, lo que ha generado mayor terrorismo en ambos países. Luego sostuvo que los ataques a París apuntan a la necesidad de mantener a Assad en el poder.

“Los ataques a París han demostrado, además de la autoría de ISIS, que no importa si uno apoya o está en contra de Assad; ISIS es su enemigo. Así que no se trata de Assad”, dijo Lavrov.

El propio Assad intentó usar los ataques a París como una justificación para que la comunidad internacional apoye su gobierno. Durante mucho tiempo Francia ha respaldado la oposición siria, una política que –según Assad– ha alentado el terrorismo.

“La pregunta que hoy en día se hace toda Francia es si la política francesa en los últimos cinco años ha sido la correcta. La respuesta es no”, dijo Assad el sábado.

En cuanto a las reacciones del sábado por parte de altos funcionarios y candidatos de ambos partidos de Estados Unidos, parece que la opción de Lavrov, de centrarse en el Estado Islámico y no en Assad, está ganando terreno. El New York Times informó que los ataques a París pueden conducir a una guerra más agresiva de Estados Unidos contra el grupo.

Los comentaristas políticos predicen que el público estadounidense ahora apoyará incondicionalmente esta acción. Algunos piden a EE.UU. que “pase por encima de Raqqa”, capital del califato.

“La pregunta es si el presidente Assad tiene que irse o es parte de la solución aquí, tenemos que analizarlo de nuevo”, dijo el exdirector adjunto de la CIA, Mike Morrell, en “Face the Nation” el domingo por la mañana, argumentando que se debe cooperar con el Ejército sirio en la lucha contra el Estado islámico. “Está claro que él es parte del problema, pero también puede ser parte de la solución”.

El exfuncionario de la Casa Blanca Dennis Ross tuiteó una respuesta: “Bashar Assad no es la respuesta para derrotar a ISIS; él ayudó a producirlos, compra su petróleo, es la causa que atrae a combatientes extranjeros hacia ellos”.

En el debate demócrata del sábado por la noche, cada candidato se comprometió a luchar contra el Estado Islámico, pero ninguno mencionó a Assad. Incluso los candidatos republicanos que han sido defensores acérrimos de armar a los rebeldes que luchan contra Assad, como el senador Marco Rubio, centraron sus reacciones a los atentados en París sobre el Estado Islámico.

“Los ataques a París son una llamada de atención. Una llamada de atención sobre el hecho de que estamos involucrados en un conflicto de civilizaciones con el Islam radical”, dijo Rubio en un comunicado.

Algunos expertos advierten que incluso si se destruye por completo el Estado Islámico en Siria e Irak, si se le permite a Assad continuar su campaña de terror, otra organización despiadada aparecerá y tomará su lugar. Es por eso que la campaña de Kerry para reemplazar a Assad, a pesar de una baja probabilidad de éxito, es crucial.

“Asegurarse de que Assad no es la respuesta es clave para una solución viable”, dijo Andrew Tabler, investigador principal en el Washington Institute for Near East Policy (Instituto Washington para Política del Cercano Oriente). “Al final de este proceso, tiene que haber un acuerdo viable que una de nuevo a un país o vamos a tener ataques terroristas en EE.UU.”

Las potencias mundiales pueden vengar la tragedia de esta semana matando a miembros del Estado Islámico. Pero si el objetivo es destruir el Estado Islámico para siempre –como dice el presidente Barack Obama– entonces la campaña debe ir acompañada de un impulso renovado por derrocar a Assad. Hay mucha tentación, en la estela de horror en París, por tratar solo los síntomas de la inestabilidad en Siria. Pero el régimen de Assad es la enfermedad y los síntomas no van a desaparecer hasta que Assad se haya ido.