Francia: Brigitte Macron, posible primera dama y protagonista de una atípica historia de amor
VIDEO. Brigitte Macron protagoniza, junto a su esposo Emmanuele, una atípica historia de amor. Con 24 años de diferencia, la pareja ha visto como las opiniones sobre su vida personal han condimentado la trayectoria política del favorito en la presidencia en Francia.
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Por: Redacción Gestion.pe
Paris (AFP).- En su vertiginosa carrera hacia el Elíseo, el candidato centrista a las presidenciales en Francia, Emmanuel Macron, de 39 años, forma junto a su mujer, Brigitte, su antigua profesora de teatro que acaba de cumplir 64 años, un dúo cómplice con una historia fuera de lo común.
Brigitte, “siempre presente y cada vez más, sin la que yo no sería yo”, dijo el joven centrista Emmanuel Macron el 23 de abril por la noche, ganador de la primera vuelta de la elección presidencial, para agradecer a su esposa a la que besaba después de subir al escenario con ella, agarrados de la mano.
“¡Brigitte, Brigitte”, gritaban los allí presentes.
Brigitte, rubia, de ojos azules, es la mayor aliada de Macron en su conquista del poder. Está en la primera fila de sus mítines y lo acompaña en sus desplazamientos.
“No tiene ningún papel, no asiste a los comités políticos”, sin embargo, “si él no la ve durante una hora, la llama”, confiesa François Patriat, un ex socialista que se unió al bando de Macron.
El centrista y exministro socialista del gobierno del saliente François Hollande prometió crear un estatuto oficial de primera dama si se convierte, tras la segunda vuelta el 7 de mayo, en el presidente más joven de la historia moderna de Francia.
“Cada noche, hacemos un balance juntos y nos repetimos lo que hemos oído el uno del otro”, confesaba Brigitte al semanario Paris Match en 2016. “Tengo que estar atenta a todo, hacer el máximo por protegerlo”, explica la que fascina a la prensa internacional.
Siempre bronceada, adepta a los pantalones ajustados y a los zapatos de tacón de aguja, la sexagenaria, abuela siete veces, sabe que la diferencia de edad da de qué hablar. Pero prefiere reírse de ello: “Emmanuel tiene que ser elegido este año sino ¡imagina mi cara en cinco años!”.
Nacida en Amiens (norte), en una importante familia propietaria de una reputada pastelería, Brigitte Trogneux estaba ligada a un destino más conformista. Cuando conoció a Emmanuel a principios de los años 90, estaba casada y era madre de tres adolescentes.
Con 39 años, profesora de francés, dirigía un taller de teatro en un instituto de Amiens. Y se sintió “totalmente cautivada” por la inteligencia de su joven alumno de 15 años.
Al año siguiente, el joven Macron desafió los tabúes y le declaró su amor. “Con 17 años, Emmanuel me declara: ‘hagas lo que hagas, ¡me casaré contigo!’”, cuenta. “Poco a poco venció todas mis resistencias”.
‘No tengo opción’
En esta ciudad del interior de Francia, el asunto no se ve bien. Brigitte Trogneux deja a su marido banquero en 2006 y al año siguiente se casa con Emmanuel Macron, con quien se muda a París y en donde empieza a dar clases en un instituto privado.
De joven, “no era una fiestera”, estaba “muy bien instruida”, recuerda Grégoire Campion que la conoció hace “más de 40 años”.
En un documental, se la ve corregir un discurso de su marido antes de un mitin. “¿Qué pasa, cariño?”, dice, acercándose, Emmanuel Macron. “Eso es algo de profe”, lanza la exprofesora.
Emmanuel y Brigitte es una pareja “fusionada”, dicen sus allegados. “Cómplice más bien”, considera el presentador de televisión Stéphane Bern, que la ha “oído diez veces decir ‘no estoy de acuerdo con Emmanuel’”.
“Tengo la suerte de compartir el día a día de Emmanuel, incluso si, por la política, no me han dejado opción”, asegura la que tiene la intención, si se convierte en primera dama, de ayudar a los jóvenes de la periferia: “Mi combate será la educación, con el objetivo de ofrecerles otra cosa que el hueco de la escalera”.
Al extremo opuesto de la pareja Macron, que no duda en exponerse, a la manera de los Obama, y sale habitualmente en las portadas de la prensa del corazón, la candidata de extrema derecha, Marine Le Pen, y su compañero Louis Aliot vicepresidente del Frente Nacional optaron por la discreción.
“Los franceses van a elegir a un presidente o una presidenta, no van a elegir a una pareja o a una parte de la pareja. Sé cuál es mi sitio”, comentaba hace poco Aliot, de 47 años, vicepresidente del Frente Nacional y comprometido con la formación de extrema derecha desde fines de los años 1980.