Escapando de la guerra: Así pasan los días en un campo de refugiados sirios en Turquía
FOTOGALERÍA. ¿Cómo es la vida en los campos de refugiados en Turquía? Diario Gestión pudo visitar dos de los 23 centros de protección temporal que el Gobierno turco ha instalado para hacer frente a la ola de desplazados, en su mayoría sirios e iraquíes, que huyen de conflictos armados en sus países e intentan llegar a Europa. (Texto y fotos: Edson Eaerle)
El Gobierno de Turquía ha acondicionado 23 centros de protección temporal para refugiados que escapan de conflictos armados como el de Siria.
Con una capacidad para 25,000 refugiados, el Centro de Protección Temporal de Kahramanmaras en Turquía está ubicado a 120 km de la frontera con Siria.
Muchos de los niños sirios e iraquíes que hoy viven en el campo de Kahramanmaras nacieron y crecieron ahí. A pesar de la díficil situación que les toca vivir, ellos no pierden la alegría y reciben a los visitantes con una sonrisa.
En diciembre del año pasado, las carpas del campo de Kahramanmaras fueron reemplazadas por unos 5,000 contenedores que hoy albergan a 23,893 refugiados, la gran mayoría de origen sirio.
En las calles pavimentadas del campo es común ver a decenas de niños jugando fútbol o montando bicicleta. Solo en Kahramanmaras, hay un total de 10,410 menores de 12 años.
El centro de Kahramanmaras cuenta con cuatro escuelas, un hospital, un mercado, dos mezquitas, tres almacenes logísticos, áreas deportivas y juegos para niños.
Cada uno de los refugiados en el campo recibe 100 liras turcas mensuales (cerca de US$ 28.5) para que puedan comprar productos de primera necesidad en el mercado.
El campo está aislado de la ciudad de Kahramanmaras. Los refugiados que deseen salir y regresar por motivos de trabajo u otra razón deben solicitar un permiso especial a las autoridades turcas que administran el centro.
La Presidencia para la Gestión de Desastres y Situaciones de Emergencia (AFAD) es la agencia gubernamental turca que está a cargo de los campos de refugiados en todo el país. AFAD reporta a la oficina del Primer Ministro de Turquía.
Turquía es el país que acoge más refugiados en el mundo. Una condición que mantiene desde el 2014.
El 98% de esos refugiados son sirios que huyeron de la guerra que enfrenta al régimen de Bashar Al Assad con supuestos rebeldes. También escaparon de las matanzas perpetradas por el Estado Islámico.
Los 23 campos temporales han permitido al Gobierno de Turquía mantener un control sobre 247,001 sirios, aunque esa cifra representa menos del 10% de los 3.05 millones de refugiados sirios que hoy acoge el país.
En Kahramanmaras, hay un total de 2,557 adolescentes entre 13 y 17 años, además de 3,140 jóvenes entre 18 y 25. Ellos reciben capacitación vocacional.
A las afueras de la ciudad turca de Osmaniye, se ubica otro campo de refugiados con 3,352 contenedores, una escuela, un centro de salud, una mezquita, juegos para niños, áreas deportivas y bibliotecas.
Turquía ha recibido el mayor número de refugiados sirios desde el inicio de las migraciones en el 2011. Es seguido por Líbano con 1.01 millones, Jordania con 656,000, Irak con 233,000 y Egipto con 117,000.
En conferencia de prensa ante diversos medios internacionales, Mehmet Halis Bilden, presidente de AFAD, citó estadísticas recientes para afirmar que Turquía es "el país más generoso del mundo", tras “invertir US$ 25,000 millones de su propio presupuesto” para asistir a los refugiados.
Sin embargo, el titular de AFAD advirtió que su país ya llegó a su máxima capacidad para recibir solicitantes y pidió más apoyo internacional ante esta situación.
Solo en el campo de Kahramanmaras viven 4797 familias, compuestas en su mayoría por más de cinco hijos. Este centro alberga 12,043 varones y 11,850 mujeres.
Todos estos esfuerzos de control migratorio que ha ido implementando el Gobierno turco son parte de un acuerdo alcanzado en marzo del año pasado entre Ankara y la Unión Europea.
En el pacto, Turquía se comprometía a apoyar a los refugiados sirios en su país, evitar los traslados ilegales hacia los países de la UE y a aceptar el retorno de los migrantes que no necesiten asilo y hayan pasado de Turquía a Grecia, así como el de todos los migrantes irregulares interceptados en aguas turcas.
Por su parte, Ankara exigió a Bruselas el pago de 6,000 millones de euros y liberar los visados del espacio de Schengen para los turcos.
Cada vivienda en los campos de refugiados cuenta con paneles solares para dotarse de energía eléctrica.
Mientras tanto en las escuelas, los niños aprenden el idioma turco entre otras asignaturas. Cada campo de refugiados tiene un costo de mantenimiento de 2 millones de liras turcas, unos US$ 567,000, al mes.
La mayoría de profesores son de origen turco pero también hay docentes sirios.
Por: Redacción Gestion.pe