EE.UU. anticipa "métodos cada vez más represivos" y crisis más profunda en Venezuela

“El gobierno impopular y autocrático de Venezuela optará por métodos cada vez más represivos para contener a los opositores políticos y el descontento en las calles”, dijo el director de Inteligencia Nacional, Dan Coats.

Protestas en Venezuela. (Foto: Reuters)

Por: Redacción Gestion.pe

Washington (AFP).- Estados Unidos dibujó hoy un cuadro de mayor represión gubernamental en Venezuela durante el resto del 2017 para contener el creciente descontento popular, a medida que la crisis económica se profundiza en el país sudamericano.

“El gobierno impopular y autocrático de Venezuela optará por métodos cada vez más represivos para contener a los opositores políticos y el descontento en las calles”, dijo el director de Inteligencia Nacional, Dan Coats.

Durante una audiencia ante la Comisión de Inteligencia del Senado, Coats presentó las que su despacho considera como potenciales amenazas mundiales a la seguridad de Estados Unidos.

Denunció a Corea del Norte como una “amenaza cada vez más grave a la seguridad nacional de Estados Unidos” y consideró que Rusia “será más agresiva en asuntos globales, más impredecible en su relación” con Washington.

Al referirse al continente americano, destacó la situación en Venezuela, Cuba y México.

En Venezuela, país sentado sobre las mayores reservas de crudo del mundo, “el petróleo por mucho ha sido la gallina de los huevos de oro del régimen, pero la mala gerencia ha llevado a una caída de los ingresos”, dijo Coats.

Según la inteligencia estadounidense, Caracas “tendrá problemas para contener la inflación, hacer pagos de deuda y pagar importaciones de bienes básicos y medicinas”, señaló.

La dificultad de los venezolanos para obtener comida y medicamentos, y una inflación de tres dígitos alimentan una ola de protestas callejeras, con manifestantes pidiendo elecciones generales para acabar con el gobierno del presidente Nicolás Maduro.

Y esos problemas “probablemente continuarán azuzando las tensiones a lo largo del 2017”, afirmó Coats.

Las protestas, iniciadas el 1 de abril tras un fallo del máximo tribunal contra el Parlamento (único poder controlado por la oposición), dejan 38 muertos, así como cientos de heridos y detenidos.

El almirante Michael Rogers, director de la agencia de vigilancia informática NSA, expresó preocupación por la posibilidad de que un gran caudal de armas en Venezuela caiga en manos de agrupaciones civiles que apoyan a Maduro.

“Hay muchas armas y el riesgo es real, serio y últimamente una amenaza para Sudamérica y Centroamérica”, además de Venezuela.

Por su parte, la Cancillería venezolana acusó este jueves a Estados Unidos de financiar a “grupos violentos” de la oposición en las manifestaciones.

Sobre Cuba, Washington visualiza que el gobierno se enfocará en mantener el control político en medio de un decrecimiento económico y mientras prepara una histórica transición hacia una era sin un Castro en el poder, a inicios del 2018.

La Habana “se enfocará en preservar el control mientras administra una recesión”, dijo Coats. En 2016 la actividad se contrajo 0.9%, arrastrada por la crisis de Venezuela, el mayor aliado de la isla.

Para México, la inteligencia estadounidense anticipa que la creciente presión ciudadana al gobierno para que actúe contra el crimen y la corrupción elevarán la tensión política a medida que se acerca la elección presidencial, en el 2018.

Los funcionarios de inteligencia también advirtieron sobre una continuación de los flujos migratorios por vía terrestre hacia Estados Unidos, especialmente desde Cuba y Centroamérica.

La inseguridad ciudadana, la falta de oportunidades económicas y el deseo de reunificación familiar seguirán empujando a migrantes de Honduras, Guatemala y El Salvador hacia Estados Unidos, y las redes de traficantes seguirán activas, dijo Coats en un informe presentado a los legisladores.

Fuera del continente americano, Estados Unidos observa un incremento de tensiones en Medio Oriente y Asia Central.

El grupo yihadista Estado Islámico ha perdido fuerza, pero su capacidad para llevar a cabo e inspirar ataques trasnacionales lo mantienen como una “amenaza terrorista activa”, dijo Coats.