Conozca los detalles que hacen diferente a Donald Trump, un político atípico e imprevisible

LO PRIMERO QUE SE LE OCURRE: Él dice lo primero que se le viene a la cabeza. Después de una sarta de improperios, explica: "Eso es lo que quiero decir con ser políticamente correcto; cada tanto uno puede divertirse, ¿no les parece? (Foto AP)

CICATERO: El multimillonario se enorgullece de su campaña barata, Trump tuiteó: "Hasta ahora no he gastado casi nada en mi puja por la presidencia y estoy en primer lugar. Jeb Bush ha gastado US$ 59 millones y está liquidado". (Foto AP)

NINGUN ENCUESTADOR PROPIO: El precandidato obsesionado por las encuestas no tiene un encuestador. A menudo dice a sus seguidores que depende de su esposa, Melania, para tantear el sentir de los votantes. "Ella es mi encuestadora", afirmó. "Ella es realmente inteligente". (Foto AP)

CAMBIOS DE OPINION: A los candidatos les aterra ser catalogados como "veletas", es decir, que la gente considere que cambian de opinión según sople el viento. Trump cambia de idea con todo desparpajo, no solo de una semana en otra, sino a veces en el mismo discurso. (Foto AP)

INCÓGNITAS: Los precandidatos suelen presentar planes en los que fijan su posición política. Trump es todo lo contrario. Por ejemplo, su plan para reemplazar el sistema de salud promovido por el presidente Obama fue más declarativo que detallado, y su discurso sobre política exterior fue un dechado de generalidades. (Foto AP)

BOCA SUCIA: Trump intercala vulgaridades en sus discursos, aunque ha retrocedido un poco después de que lo regañó su esposa, Melania. Trump insulta a diestra y siniestra a sus adversarios, a quienes ha llamado: patético, mentiroso, perdedor, desagradable, maligno y otras calificaciones poco halagadoras. (Foto AP)

DESPRECIO POR LOS SUPERPACS: Se volvió rutinario para los precandidatos recibir de los superpacs independientes millones de dólares en avisos políticos. Trump al descartar ese recurso dijo: "No necesito el dinero de nadie. Es agradable… No estoy usando a cabilderos ni donantes. No me importa. Realmente soy rico". (Foto AP)

EL DINERO MANDA: Trump ha convertido la codicia en una virtud. "Toda mi vida ha sido codicia, codicia, codicia", dijo en un mitin. "Atrapaba todo el dinero que podía. Soy muy codicioso, pero ahora quiero ser codicioso para Estados Unidos. Quiero atrapar todo ese dinero. Voy a ser codicioso para Estados Unidos". (Foto AP)

INSULTOS: Trump empezó a proferir insultos con el discurso en el que anunció su precandidatura. Dijo que entre los inmigrantes mexicanos venían violadores, traficantes de drogas y otros delincuentes. Después prometió impedir la entrada de musulmanes a Estados Unidos. Durante toda su campaña ha tenido palabras duras para las mujeres y su aspecto. (Foto AP)

GALLO DE RIÑA: A Trump no le asusta ninguna pelea, aun con un medio poderoso como el canal Fox. En enero se negó a participar en un debate patrocinado por Fox después que el canal se negó a retirar a Megyn Kelly como moderadora, quien le preguntó en un debate anterior sobre afirmaciones que había hecho sobre las mujeres; pero más adelante accedió a una entrevista con Kelly. (Foto AP)

¿PRESIDENCIAL? NO HAY APURO: Trump promete actuar de manera más "presidencial" cuando llegue el momento, pero por ahora se divierte y divierte a sus partidarios. "Si fuese presidencial, solo un 20% de ustedes estarían aquí porque sería la mar de aburrido", afirmó en un mitin el mes pasado.(Foto AP)

EL CABELLO: Su tradicional peinado podría necesitar un buen retoque de ser elegido presidente. "Probablemente me peinaría hacia atrás. ¿Por qué? Porque esto es demasiado duro para peinar", dijo en un mitin en Iowa hace algunos meses. "No tendría tiempo porque si estuviese en la Casa Blanca estaría trabajando a más no poder". (Foto AP)