Conozca cuál es la presencia del crimen organizado en las redes digitales
FOTOGALERÍA. En toda América Latina, el ciberespacio está siendo secuestrado por cárteles, pandillas y otros sindicatos del crimen. Lo usan para amenazar, vender productos, comunicar instrucciones, reclutar nuevos miembros, formar opinión y obtener respeto, así como miedo y terror. Pero los ciudadanos también se están defendiendo en el ciberespacio. Aquí este fotoreportaje elaborado con información del Foro Económico Mundial.
Algunos de los cárteles de la droga más despiadados del mundo son usuarios voraces de las plataformas digitales. El Cartel de Sinaloa de México, uno de los más poderosos grupos del crimen organizado en México, tiene una cuenta de Twitter con más de 34,000 seguidores.
El prófugo líder del Cartel de Sinaloa, El Chapo, cuenta con casi 400,000 seguidores en Twitter y recientemente amenazó en línea al candidato presidencial, Donald Trump. La autenticidad de esta cuenta de Twitter ha sido ampliamente cuestionada.
Más al sur, en América Central una pandilla llamada Mara Salvatrucha 13, o MS-13, tiene más de 40,000 ‘likes’ en Facebook y se comunica por este medio con sus miembros en toda América.
La presencia del crimen en medios de comunicación alternativos no es nueva. Ya en 2005 se detectó la circulación en línea de los llamados narcomensajes, textos cortos dejados en cadáveres de las víctimas que explicaban el porqué de su asesinato: “Esto sucede cuando se trabaja con un cartel rival”.
Ahora hay una explosión de lo que se denomina narcovideos, clips cortos que muestran torturas y ejecuciones, discursos de los líderes del cártel e incluso, ocasionalmente, gestos de buena voluntad. Algunos grupos de narcotraficantes les gusta grabar a sus miembros prestando asistencia a víctimas de desastres naturales.
El ciberespacio está permitiendo a cárteles y pandillas expandir enormemente su poder y beneficios económicos. Dado el volumen de personas en Facebook, ahora es posible extorsionar con solo un clic. También han aumentado los secuestros de ingenieros de software y programadores para obligarlos a reforzar las capacidades digitales del crimen organizado.
La explosión de la actividad online de los cárteles y las pandillas también está socavando libertades fundamentales, como la independencia de la prensa. Esto está generando un efecto paralizante o de autocensura en los medios de comunicación de México, Centroamérica y América del Sur. Más de 32 periodistas fueron asesinados en México en la última década.
Más positivamente, las personas también se están defendiendo ‘online’. Los ciudadanos se están auto-organizando en comunidades virtuales. Investigaciones recientes sugieren que aproximadamente el 1.5% de todos los mexicanos han tuiteado sobre la guerra contra las drogas.
Los grupos de autodefensa también se están levantando contra los cárteles y sus asociados. Organizaciones como el llamado ‘Valor por Michoacán’, por ejemplo, tiene en la mira al cartel de los ‘Caballeros Templarios’. Valor contaba con más de 184,000 seguidores en Facebook antes de ser puesto fuera de línea (aunque conserva una cuenta de Twitter activa).
Los ciudadanos se están defendiendo y usando los medios sociales para mejorar su forma de tomar decisiones, organizarse, e incluso devolver el golpe contra los que quieren hacerles daño.