Colombia: ELN se adjudica ataque que dejó un policía muerto
A pesar de hallarse en medio de negociaciones de paz con el gobierno, la guerrilla del ELN se adjudicó un ataque que dejó un policía muerto y varios heridos de gravedad.
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Por: Redacción Gestion.pe
El ELN, última guerrilla activa en Colombia y en negociaciones de paz con el gobierno, se adjudicó la medianoche del domingo el ataque ocurrido la semana anterior cerca de la plaza de toros en Bogotá, que dejó un policía muerto y varios heridos de gravedad.
“El pasado 19 de febrero de 2017 a las 10:20 de la mañana, en los alrededores de la plaza La Macarena en la ciudad de Bogotá, capital de Colombia, un comando guerrillero urbano del ELN atacó con explosivos una patrulla policial”, indicó el grupo insurgente, alzado en armas desde 1964, en un comunicado divulgado en Twitter.
El “resultado” de su acción dejó “26 policías heridos”, en tanto “nuestra fuerza se retiró sin novedad”, agregó en el texto publicado en la cuenta de su radio oficial, ELN Ranpal.
El policía Albeiro Garibello falleció en la madrugada del miércoles, tras sufrir “politraumatismos, choque y muerte encefálica, causados por el impacto del explosivo detonado en el sector de La Macarena”, informaron las autoridades.
El Ejército de Liberación Nacional (ELN, guevarista) y el gobierno del presidente Juan Manuel Santos abrieron el 7 de febrero en Quito diálogos de paz para superar medio siglo de enfrentamiento, pláticas que transcurren sin una tregua en el terreno.
Horas antes de atribuirse el atentado en Bogotá, el ELN se había declarado autor de un ataque con explosivos contra una patrulla militar ocurrido el pasado 14 de febrero en el este de Colombia, que dejó al menos dos soldados heridos, así como varios atentados contra el oleoducto Caño Limón Coveñas.
El ELN es la última guerrilla activa en Colombia tras la firma de la paz en noviembre pasado con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).
El cruento conflicto armado colombiano ha involucrado, además de guerrillas, a paramilitares y agentes del Estado, dejando unos 260,000 muertos, 60,000 desparecidos y 6.9 millones de desplazados, según cifras oficiales.