Editorial: Los riesgos de la ambigüedad
Dada la desaceleración de la economía, pensamos que no es el momento para un alza de la RMV.
Por: Redacción Gestion.pe
Salario mínimo. ¿Es tan difícil hablar claro? En febrero de este año, Fredy Otárola, en ese momento ministro de Trabajo, afirmó que la situación del país daba pie para incrementar la remuneración mínima vital (RMV).
Luego, el tema fue materia de discusión en el Consejo Nacional de Trabajo (CNT), que no logró un acuerdo y, recientemente, Daniel Maurate , actual ministro de Trabajo, dijo que la decisión del incremento quedaba en manos del Gobierno.
A pesar de estos hechos, el presidente Ollanta Humala ha preferido no ser claro sobre si se va a incrementar o no la RMV, afirmando que ha sido un tema impulsado por las empresas de comunicación.
“Nosotros siempre estamos evaluando las cosas”, ha sido su argumento de salida frente a las preguntas sobre el tema.
Una lástima que, en momentos en que el país necesita claridad para poder avanzar y los empresarios deben tener estabilidad para evaluar sus planes de inversión, el Ejecutivo decida jugar a la ambigüedad.
Desde aquí insistiremos en que el tema debe analizarse con seriedad y tomando en cuenta criterios técnicos, para evitar beneficiar a un grupo reducido de personas y terminar llevando a muchas empresas a la informalidad. Asimismo, los salarios deben fijarse en función de la productividad, pero para ello es necesario contar con un indicador estándar, de aceptación general, que mida la evolución de la productividad laboral en el país y que sirva de referencia.
El año pasado el CNT emitió un informe que propone los parámetros (entre ellos, la productividad) bajo los cuales debería aumentarse la RMV, la periodicidad del ajuste, entre otros.
Si el Ejecutivo realmente tiene este tema en agenda debe dar a conocer ese informe del CNT y, a partir de él, abrir un debate público en el que participen todos los involucrados. Si ya ha descartado la posibilidad de un incremento, también debería decirlo claramente para evitar especulaciones y generar expectativas, en un sector de la población, que luego se vean frustradas.
Por nuestra parte, dada la desaceleración de la economía, pensamos que no es el momento para un alza de la RMV.