Editorial: Puntos débiles
Editorial de Gestión. “Es importante que el Gabinete tome en cuenta las tres principales causas de la desaprobación presidencial”
Por: Redacción Gestion.pe
PULSO PERÚ. La popularidad del presidente Pedro Pablo Kuczynski cayó en mayo dos puntos con respecto al mes anterior, pero está dentro del margen de error. Lo mismo ha sucedido con su desaprobación, que descendió 5 puntos colocando ambas cifras con apenas un punto de diferencia. La aprobación del presidente no es estable en todo el país. Así, en el norte y centro esta es mucho menor, y el nivel de desaprobación supera el 50%. Todo lo contrario de lo que ocurre en el sur, oriente y en Lima, donde su aprobación es mayor, aunque en las dos primeras, el apoyo se está reduciendo.
Sin embargo, lo que más llama la atención son las razones en las cuales se fundamenta el crecimiento de la aprobación. La más poderosa es el apoyo brindado a los damnificados por los huaicos (32%), le siguen, muy de lejos, quienes creen que está realizando una buena labor (8%). Es decir, las bases en las que se fundamentan las cifras de aprobación son muy endebles. Sin la presencia del fenómeno de El Niño y sin cambios en la estrategia del Gobierno es alto el riesgo de que siga cayendo la popularidad de PPK. El problema se agrava porque desde el Ejecutivo no se muestran indicios de que quieran aprovechar el buen momento para tomar decisiones como, por ejemplo, hacer cambios en el Gabinete y más bien se están repitiendo los errores evidenciados hasta antes de la crisis de El Niño.
Es importante que el Gabinete tome en cuenta las tres principales causas de la desaprobación presidencial: “no está realizando obras en favor de la población” (18%), “no cumple sus promesas” (16%), “no combate la delincuencia” (13%). Si no se hace un esfuerzo para que el mismo nivel de efectividad visto para enfrentar los desastres naturales se aplique a otras acciones poco a poco el nivel de aprobación seguirá cayendo y crecerá la impaciencia de la población.
La administración Kuczynski no ha cumplido aún un año en el Gobierno y es en esta etapa cuando debería mostrar el mayor ímpetu. Llegar a 28 de julio con cifras de aprobación menores a 40% no sería lo mejor, sobre todo cuando en el segundo año habrá elecciones regionales y municipales y se plantea llevar adelante las reformas en materia de protección social para mejorar la cobertura y calidad de los servicios de pensiones, salud y seguro de desempleo, todos temas muy sensibles.