Editorial: Parchada y zurcida

¿A qué se debe la tibieza de los planes en materia de descentralización?.Pues a que es preciso evitar pisar callos, ya que todos los candidatos necesitan aliados en los departamentos.

Por: Redacción Gestion.pe

Gobierno regionales. El proceso de descentralización se encuentra paralizado. Los escándalos de corrupción en más de media docena de gobiernos regionales del periodo anterior (2011-2014), además de la pobre capacidad administrativa que mostró y sigue mostrando la mayoría de estas instancias subnacionales, han sido motivos más que suficientes para reestructurarlo desde la raíz. Sin embargo, el Gobierno de Ollanta Humala (con la anuencia del Congreso) dejó pasar la oportunidad y solo aplicó cambios de forma.

¿Qué están planteando los candidatos presidenciales al respecto? Pues algunos se aventuran con el “fortalecimiento” o “perfeccionamiento” (Fuerza Popular, Peruanos por el Kambio, Todos por el Perú, Alianza Popular, Frente Amplio), mientras que otros sostienen que la “reforma de la descentralización debe continuar” (Perú Posible). Cabría preguntarse cuándo comenzó esa reforma, porque lo que se ha hecho con el proceso ha sido un mal trabajo de parchado y zurcido.

Entre otras propuestas, no muy novedosas por cierto, figura la formación de macrorregiones (Alianza Popular ). Hay que recordar que el objetivo final de la descentralización es la unión de dos o más departamentos (recién entonces serán “regiones”). También se aboga por la ampliación de las funciones de la Contraloría para auditar la ejecución presupuestaria de los gobiernos regionales y locales (Todos por el Perú), aunque nadie parece haber reparado en que esa entidad también necesita ser reformada.

Tampoco faltan las propuestas para aumentar la burocracia. Alianza para el Progreso plantea la creación de un consejo que reúna a los gobernadores regionales con el presidente de la República y un consejo interprovincial en cada departamento, mientras que Peruanos por el Kambio va más lejos y propone un nuevo ministerio: el de Apoyo a las Regiones.

¿A qué se debe la tibieza de los planes en materia de descentralización? Pues a que es preciso evitar “pisar callos”, ya que todos los candidatos necesitan aliados en los departamentos para captar votos. Así que hablar de “reestructurar” el proceso, o peor, “empezar desde cero”, no es la mejor estrategia electoral. Así que tendremos que conformarnos con los lugares comunes y las proclamas para contentar a la tribuna.