Editorial: El ministerio imposible

Lo positivo es que ha evitado proclamar la organización de grandes operativos o generalidades por el estilo.

Por: Redacción Gestion.pe

Retos de Pérez Guadalupe. El promedio de permanencia de un titular del Ministerio del Interior (Mininter) es 184 días, apenas seis meses. Si se hubiese implementado alguna reforma en temas de seguridad ciudadana o en el trabajo de inteligencia –para adelantarse a los estallidos de conflictos sociales, por ejemplo–, quizás no importaría mucho la esperanza de vida al frente de esa cartera.

Pero, lamentablemente, no ha habido tal cosa ni nada que se le parezca, pues por más buenas intenciones que hayan tenido los seis antecesores de José Luis Pérez Guadalupe, su paso se recuerda como una sucesión de errores, absorbidos por la coyuntura y las urgencias del momento, así como por declaraciones poco afortunadas –Daniel Urresti se lleva las palmas en este apartado, seguido de Wilfredo Pedraza.

Es por ello que se puede entender (con mucha frustración) que ninguno haya tenido tiempo para delinear un plan de seguridad ciudadana que esté a la altura del reto –como los que se aplican en educación y salud, digamos–. Es en esta carencia que el ministro Pérez y el Gobierno tienen su mejor oportunidad, pues podrían hacer algo medianamente trascendente y que se distancie de los anuncios de miles de nuevos policías o compras de patrulleros inteligentes, porque eso no significa reforma.

Es claro que la tarea no será fácil porque, a pesar de que Pérez es un reconocido funcionario, experto en criminalística, pasar de administrar penales a dirigir la seguridad interna del país no es poca cosa. Lo positivo es que en sus primeras declaraciones ha evitado proclamar la organización de grandes operativos o generalidades por el estilo.

Más bien, afirmó que la Policía liderará la lucha contra la criminalidad, pero si su objetivo es recuperar la confianza de la población, tendrá que hacer algunos ajustes.

Uno de ellos es el fin del sistema 24×24 (que permite a los agentes trabajar un día para el Estado y otro para el sector privado). Pérez ha dicho que el cambio será gradual, aunque no ha explicado cómo se compensará el dinero que los policías dejarán de percibir. Esperemos que el ministro dure lo suficiente para hallar la respuesta.