Editorial: Lima amarilla
Si no empieza a mostrar resultados importantes en corto tiempo, la luna de miel podría terminar.
Por: Redacción Gestion.pe
PULSO PERÚ. Hoy es el aniversario de Lima y el alcalde Luis Castañeda cumple un año de funciones. Si bien su popularidad ha sufrido altas y bajas durante este periodo, en ningún momento ha sido menor al 50%. Sin duda, una suerte que muchos políticos le deben envidiar.
Según la encuesta de Pulso Perú, el mayor problema de la ciudad es la inseguridad (97%), seguida del desorden en el transporte público (65%) y el mal servicio en el recojo de basura (29%). Aunque el primer problema requiere mucho más que solo el trabajo del alcalde, los otros dos sí quedan bajo su ámbito de acción y es poco aún el esfuerzo que se ha visto por parte de Castañeda para solucionarlos.
Si bien tanto arquitectos como ingenieros han criticado obras como el by pass de la avenida 28 de Julio —el cual inició sin contar con los permisos de los ministerios del Ambiente, de Cultura ni del MEF— o el recientemente inaugurado malecón de la Costa Verde, en ambos casos más de un 70% de la ciudadanía está de acuerdo con las construcciones y cree que ayudarán a descongestionar el tránsito.
Para la lucha contra la inseguridad si bien se ha anunciado la creación del Serenazgo Metropolitano de Lima (Semel) o formas para dotar de mayores recursos a los serenos, pero la realidad es que para mediados de noviembre la alcaldía solo había ejecutado el 56% del presupuesto destinado a seguridad y no se ha aplicado ninguna de sus propuestas.
En materia de recojo de basura tampoco se han visto avances. La comuna debería no solo preocuparse por mantener las calles limpias sino también, dada la variedad de desechos que genera (tanto desde el ámbito domiciliario, como comercial), pensar seriamente en propuestas de segregación y reciclaje, que funcionan en otros distritos.
Castañeda ha tenido un buen 2015 gracias a la sensación negativa de la gestión anterior, y pasará el primer semestre de este año bajo la sombra de las elecciones presidenciales, pero si no empieza a mostrar resultados importantes en corto tiempo, la luna de miel que mantiene con la población podría terminar.