Editorial: Institucionalidad estacional

“La opinión pública parece estar decidida a confiar en lo que hace un año no confiaba”.

Por: Redacción Gestion.pe

CONFIANZA. Los peruanos tenemos la costumbre de renovar nuestra fe en las instituciones cuando asume un nuevo Gobierno. Así como sucede con las expectativas económicas y la aprobación del presidente Pedro Pablo Kuczynski y sus ministros, que al inicio de su mandato estuvieron muy altas –pero ya comenzaron a descender–, la opinión pública parece estar decidida a confiar en lo que hace un año no confiaba.

La encuesta anual sobre institucionalidad de Pulso Perú lo corrobora: el 51% confía en el Gobierno de PPK y el 47% considera que está cumpliendo adecuadamente sus funciones. En diciembre del año pasado, el Gobierno de Ollanta Humala –que ya estaba desgastado, además de presionado por el enfriamiento de la economía– apenas generaba la confianza del 15% y solo el 11% pensaba que cumplía sus funciones.

Esos notorios saltos reflejan que la población no asocia la institucionalidad con el largo plazo sino con eventos coyunturales, como un cambio de Gobierno y de personas en las entidades públicas. El caso más patente es el Congreso, en el que ahora confía el 31%, cuando hace doce meses solo recibía el respaldo del 9%. Esa ganancia de 22 puntos porcentuales no premia un trabajo excepcional del Poder Legislativo –en poco más de cuatro meses–; más bien es una muestra de que los peruanos no perdemos la esperanza.

Y el resto de instituciones públicas también recibe esas muestras de renovada confianza, pues todas son mejor percibidas que hace un año: la Policía, las Fuerzas Armadas, los gobiernos regionales y locales, las empresas públicas y hasta el Poder Judicial y los partidos políticos. Solo las instituciones cuyo desempeño no depende de la estacionalidad política mantienen niveles de confianza similares a los de hace un año. Se trata de los medios de comunicación y las empresas privadas.

Los primeros son los mejor valorados (55% de confianza y 51% en cumplimiento de sus funciones), mientras que las segundas se ubican a media tabla (38% y 34%, respectivamente). Un dato que resalta es el aumento del porcentaje de personas que opinan que una de las principales funciones de las empresas es cumplir sus obligaciones con sus trabajadores (de 6% a 29%). La formalización laboral también es parte de la institucionalidad.