Editorial de Gestión: En la misma página
Luego que el gabinete logró un angustioso voto de confianza, el presidente Humala dijo que “lo que queda es pasar la página”. Sin embargo, pasar la página no parece algo tan sencillo, ni algo que la oposición esté dispuesta a hacer.
Por: Redacción Gestion.pe
SITUACIÓN POLÍTICA. Inmediatamente después de la tercera votación, con la cual el Gabinete Ministerial por fin logró un angustioso voto de confianza, el presidente Ollanta Humala dijo que “lo que queda es pasar la página”. Sin embargo, pasar la página no parece algo tan sencillo, ni algo que la oposición esté dispuesta a hacer.
En primer lugar, no hay que olvidar que el Gabinete obtuvo el voto de confianza del Congreso con un poco de “fortuna”. La votación final quedó en empate y fue la presidenta del Congreso, Ana Maria Solórzano, quien se apuró en dirimir a favor de la investidura. Pero el empate, además de la actitud del PPC y de congresistas como Víctor Andrés García Belaunde, por la ausencia de dos de los más recalcitrantes miembros del fujimorismo, Kenji Fujimori y Martha Chávez, que estuvieron con licencia. Con estos dos últimos votos, la oposición hubiese logrado la censura.
Otra señal de que la página no ha terminado de pasar es que inmediatamente después de la votación parlamentaria, las bancadas de Fuerza Popular y AP-FA presentaron mociones de interpelación contra el ministro de Energía y Minas, Eleodoro Mayorga. Y de acuerdo a sus propias declaraciones, luego pasarían a interpelar a otros ministros como a Castilla y a Urresti.
Asimismo, el pleno también revisó ayer los proyectos originalmente planteados por el oficialismo con el fin de suspender o derogar la obligatoriedad de los aportes de los independientes al sistema de pensiones.
Pero quizá lo más peligroso de todo este asunto es que ahora tenemos a una oposición sumamente envalentonada enfrentada a un Gobierno y a un oficialismo sumamente terco y con poca iniciativa de negociación. El proyecto de ley respecto al aporte obligatorio de los independientes es solo un ejemplo, pero existe un cúmulo de otros proyectos que deben pasar por el filtro del Congreso para poder ser implementados. El riesgo, al final, es que se paralice el país y nos quedemos en la misma página por el resto del mandato de este Gobierno.