El editorial de Gestión: “Un índice para la productividad”
Es necesario que el Gobierno defina la metodología para determinar la Remuneración Mínima Vital y que esta sea transparente para evitar polémicas –como la reciente- en el futuro.
Por: Redacción Gestion.pe
MEDICIÓN. La polémica por el aumento de la remuneración mínima vital ya ha dejado a su paso una crisis política que terminó con la salida de un premier y el cambio de siete otros ministros en el Gabinete. Sin embargo, después de muchas idas y venidas en el Ejecutivo, a nadie le queda claro todavía si el tema está en agenda o no, o qué, exactamente, es lo que tiene que pasar para que entre en agenda. En otras palabras, ¿cómo es que el Gobierno determina cuánto debería ser el sueldo mínimo y cuándo debería aumentarse?
Para respaldar la posición predominante en el Ejecutivo de que no habrá un aumento del salario mínimo en el corto plazo, el viceministro de Hacienda, Carlos Oliva, explicó que “los salarios deben responder a los aumentos en la productividad de trabajo”. Una respuesta que ya había ensayado el MEF a través de Luis Miguel Castilla en el 2011 cuando señaló que el sueldo mínimo vital dependía de “la evolución de los índices de productividad laboral en el país”.
Si este es el caso, si el aumento del sueldo mínimo está sujeto a la productividad, entonces sería justo que el Gobierno encuentre o defina una forma estándar de medir la productividad laboral en el país para poder seguir la evolución de este índice de forma transparente. De esta manera, no habría necesidad de nuevos cambios ministeriales o injerencias políticas, ni incertidumbre sobre el tema. Una forma sencilla de hacerlo, por ejemplo, es dividir la producción nacional (PBI) entre la PEA ocupada. Así podemos calcular cuánto aporta cada trabajador en promedio; es decir, la productividad promedio.
No olvidemos, por lo demás, que la productividad no solo depende de las capacidades de los trabajadores, sino también de las herramientas de las que hacen uso. Entre ellas, infraestructura, tecnología, educación. Entonces, la productividad también refleja en alguna medida –y puede ayudarnos a medir- los aciertos o errores de un Gobierno.
Actualmente, el Perú ocupa el antepenúltimo puesto en productividad de trabajo en Latinoamérica. Y según Michael Porter, “la productividad es el determinante fundamental de la vida de una nación a largo plazo”.