El editorial de Gestión: “Firmeza, pero con sensibilidad”
Para que su mensaje tenga validez alguna, el Gobierno debe asegurarse de contar con los recursos necesarios para implementar una fiscalización real de la minería informal.
Por: Redacción Gestion.pe
FORMALIZACIÓN MINERA. No importa cuánto pataleen, ni la cantidad de bloqueos que organicen, el Ejecutivo está haciendo lo correcto en, finalmente, afrontar con firmeza el gran problema que supone la minería informal e ilegal para nuestro país. Independientemente del motivo de fondo, el gobierno tiene el deber de proteger el Estado de Derecho; y una forma de hacerlo es mandando el mensaje a sus ciudadanos de que no se doblegará ante chantajes de violencia ejercidos por grupos de presión específicos (lo que no quiere decir, por ningún motivo, que los ciudadanos no tengan derecho a reclamar o protestar ni que estos no deban ser escuchados).
Pero para que su mensaje tenga validez alguna, el Gobierno debe asegurarse de contar con los recursos necesarios para implementar una fiscalización real. Para ello, en ediciones anteriores hemos dicho que es necesaria una mayor participación del Organismo de Evaluación y Fiscalización Ambiental, a la misma vez que una mayor presencia de policías y fiscales en zonas donde se realizan las extracciones ilegales. Pero para desarrollar una política integral (que suelen ser las más efectivas) debe existir también un control ex-ante de insumos –combustibles, mercurio, etc.- así como un control ex–post en las plantas de procesamiento (donde todo el oro llega eventualmente y donde es más fácil ejercer algún tipo de control debido a la cantidad de estos respecto a la cantidad de minas informales e ilegales).
Sin embargo, no hay que perder de vista que la minería informal e ilegal es un tema complejo que involucra a medio millón de peruanos. Teniendo estas dimensiones en cuenta, el Estado debe ser sensible a las necesidades de todos aquellos que demuestren la voluntad de regirse por las de la ley. Así, a los que se inscriban hasta el 19 de abril, se les deberá facilitar la vida en vez de complicársela. Y para todos los trabajadores que vayan a resultar desplazados de esta actividad, el Gobierno debe tener preparado un plan de reconversión empresarial. Por ello, suena auspiciosa la estrategia de saneamiento, anunciada ayer por el Ministro del Ambiente, que ha ideado el gobierno en conjunto con algunos gremios mineros, previendo cada una de estas aristas.
Porque si se hace algo, se debe hacer bien.