Editorial de Gestión: Financiando la brecha
La entrada de capitales al país ha caído de manera importante en el último año, pues se están volviendo más atractivos en EE.UU. y Europa por su recuperación, y el valor del dólar ha ido aumentando respecto al sol.
Por: Redacción Gestion.pe
DÉFICIT COMERCIAL. Las malas noticias del PBI de marzo, que creció muy por debajo de lo esperado a pesar de contar con un par de días extras que el año anterior, parece que podrían extenderse hasta abril. De acuerdo a ComexPerú, las exportaciones cayeron 21.7% en el cuarto mes del año, exhibiendo el retroceso más drástico de esta partida desde julio del 2009.
Pero nuestras exportaciones ya vienen demostrando un comportamiento débil desde comienzos del año explicado, principalmente, por los menores precios y la alicaída producción de minerales como el zinc y el oro. Esta tendencia nos ha inducido a un déficit de cuenta corriente de la balanza de pagos de 6.6% del PBI en el primer trimestre del año; una brecha que no se veía en las cuentas del país desde hace más de 15 años.
Pero el déficit comercial no es el mayor problema. Las expectativas de grandes proyectos mineros –entre ellos Toromocho, que espera alcanzar los niveles de operación comercial en el segundo semestre- pueden ayudar a recortar la diferencia. Más importante aún es conocer cómo ese desequilibrio es financiado.
En nuestro caso, es el flujo de capitales extranjeros lo que nos permite mantener un déficit, en primer lugar. El problema –y la verdadera preocupación- es que la entrada de capitales al país ha caído de manera importante en el último año. No necesariamente por una mala gestión, sino porque conforme los instrumentos financieros se han ido volviendo más atractivos en Estados Unidos y Europa por su recuperación, y el valor del dólar ha ido aumentando respecto al sol (por el tapering), era previsible una salida de capitales del país.
De acuerdo a un reciente informe de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), la inversión extranjera directa ya cayó 17% durante el 2013. Para que no ocurra lo mismo en el 2014 –o peor-, el Ministerio de Economía y Finanzas tiene que convencer al mundo ahora de que nuestro país es capaz de asegurar un alto rendimiento a la inversión con un riesgo más bajo que países similares.