Editorial de Gestión: La estadística jugó en contra
El BCR ha liberado S/. 3,800 millones con la reducción de encajes bancarios, de los que S/. 543 millones se harán efectivos en julio, con lo que aumentará la liquidez del sistema financiero.
Por: Redacción Gestion.pe
MAGROS RESULTADOS. El Banco Central de Reserva (BCR) sigue sin utilizar su principal herramienta de política monetaria: la tasa de interés de referencia para préstamos interbancarios, que se mantiene en 4% desde noviembre último.
Una reducción de este indicador permite abaratar el crédito y, en consecuencia, sirve para incentivar la actividad productiva, aunque se encuentra “atado” al principal objetivo del instituto emisor, que es mantener ancladas las expectativas inflacionarias.
En vista que la inflación anualizada se encuentra ligeramente por encima del extremo superior de su rango meta (3%), el BCR –ahora con directorio completo– ha optado por dejar invariable su tasa de referencia, pero eso no significa que se haya desentendido de la desaceleración que está aquejando a la economía peruana, sino que ha echado mano de otras herramientas como la reducción de los encajes bancarios.
En lo que va del año, el BCR ha liberado S/. 3,800 millones con dicha medida, de los que S/. 543 millones se harán efectivos en julio, con lo que aumentará la liquidez del sistema financiero. En otras palabras, más fondos para otorgar créditos y, por ende, un impulso para la economía.
También está utilizando herramientas más sofisticadas como los swaps, que permiten a los bancos un mayor fondeo para financiar proyectos de largo plazo.
Hay que señalar que los efectos de estas medidas no son inmediatos, de modo que no se reflejarán en los resultados del PBI de este trimestre. Considerando el magro resultado de abril (2.01%), el gobierno tendrá que insistir en sus mensajes a la opinión pública de que esta vez la estadística jugó en contra pues este año Semana Santa cayó en abril y que durante el mismo mes del año pasado el PBI creció demasiado (8.76%).
También habrá que incidir en que la desaceleración será temporal –siguiendo el ejemplo del presidente del BCR, Julio Velarde– y apurarse en poner en marcha el plan de estímulo anunciado la semana pasada, pues lo que se necesita espolear son las alicaídas expectativas de los agentes económicos privados.
De nada sirve llorar sobre leche derramada. Ahora hay que dejar de depender de la estadística.