Editorial de Gestión: El desafío tras el sacrificio
El presidente Ollanta Humala no debe ceder nuevamente ante las presiones.
Por: Redacción Gestion.pe
EL CAMBIO EN SALUD. En un país como el nuestro, carente de instituciones sólidas, es fácil que algún “iluminado” desande lo andado –un nuevo Gobierno o congresistas que confunden oposición con obstaculización–. Es por ello que el desafío del nuevo ministro de Salud, Aníbal Velásquez, es consolidar la reforma del sector que inició su antecesora, Midori de Habich, que los cambios sean eficientemente administrados y que alcancen la legitimación que necesitan de parte de la población.
La salida de De Habich obedeció a la presión que ejercieron varios grupos parlamentarios y el presidente Ollanta Humala prefirió sacrificar a una de sus mejores ministras para evitarse más problemas de los que ya tiene. Lo curioso es que entre quienes pedían su cabeza figuran partidos que, supuestamente, están a favor de la iniciativa privada: recordemos que la Ley de las Asociaciones Público-Privadas (APP) fue promulgada en el 2008, durante el gobierno aprista.
Justamente son las APP en salud el tema que “preocupa” a los congresistas, pues aducen que no brindarían el trato que los pacientes merecen. Un informe del año pasado de la Defensoría del Pueblo y una encuesta del INEI publicada a fines de octubre muestran que en cuestión de calidad de la atención, los hospitales del Estado dejan mucho que desear.
Según los propios pacientes, los problemas más graves de los establecimientos son las demoras para las consultas externas (hasta 114 minutos), los maltratos, la falta de medicinas y los incumplimientos de citas y de cirugías. La lista sigue, pero lo crucial es entender que bien supervisado y con contratos adecuadamente especificados, el servicio estaría en mejores manos si estas son privadas. Si el Gobierno quiere hacer frente a las críticas, la solución es asegurarse de que la supervisión de los contratos APP sea estricta y que las dificultades que pudieran presentarse se detecten a tiempo. Cualquier error podría petardear este esquema y traerse abajo una de las pocas reformas estructurales que este Gobierno ha sabido poner en marcha. Lo que el presidente Humala no debe hacer de nuevo es ceder ante las presiones.