Editorial: A Dios rogando y con el mazo dando
Editorial de Gestión. “La labor será cuesta arriba, pues más que ofrecimientos y palabras, la gente espera acciones concretas”.
Por: Redacción Gestion.pe
LUCHA ANTICORRUPCIÓN. En más de una ocasión se ha señalado que la falta de institucionalidad es un gran problema en el país, y la reciente encuesta de Pulso Perú muestra cuánto afecta esto en la lucha contra la corrupción. La población parece no confiar ya en nada ni en nadie, a tal punto que la presencia de un nuevo contralor no le genera confianza, pues considera que los casos de corrupción en el Estado seguirán igual (48%). Asimismo, la palabra del Gobierno, ya sea a través del presidente o sus ministros, y las acciones que realiza dejan la sensación de que no existe un compromiso explícito en la lucha contra la corrupción, a tal punto que un 32% considera que “no están haciendo nada” para solucionar el problema.
A la Fiscalía no le va mucho mejor en la percepción de la ciudadanía. Un 64% cree que la investigación sobre los casos de corrupción avanza muy lentamente y un 62% piensa que hizo mal el fiscal Juárez en no interrogar a Jorge Barata sobre las declaraciones de Marcelo Odebrecht respecto a los aportes a Keiko Fujimori y Alan García.
La lucha contra la corrupción implica no solo al Ejecutivo sino también a la Contraloría, la Fiscalía y el Poder Judicial. La encuesta evidencia que la labor de cada uno será cuesta arriba, pues más que ofrecimientos y palabras lo que la gente espera son acciones concretas.
Para el Gobierno, la primera prueba de fuego será la versión final del Decreto de Urgencia 003. Tal como está actualmente el decreto no ha tenido un efecto práctico evidente y ha sido objeto de mucha controversia; es de esperar que los ajustes muestren que el Gobierno sí busca luchar frontalmente contra la corrupción.
En el caso del Ministerio Público, deberá mostrar resultados para eliminar la imagen de lentitud que la gente tiene y esa sensación de que la Fiscalía no está actuando igual en todos los casos debido a las marchas y contramarchas en las investigaciones del caso Lava Jato y todos los mencionados por Odebrecht. La falta de transparencia sobre los acuerdos que negocia para conseguir información tampoco le ayudan.
Finalmente, el Poder Judicial deberá dar mayores muestras de independencia y evitar que la opinión pública pese más que las pruebas objetivas.