Editorial: Desconectados
“Esta situación amerita una revisión de Servir: la ‘Gerencia de Recursos Humanos’ del Estado”
Por: Redacción Gestion.pe
SERVIDORES PÚBLICOS. La formalización de la economía es uno de los compromisos asumidos por el Gobierno. Para lograrlo, ha puesto la mira en reducir los impuestos, pero no parece estar al tanto de que la burocracia es, quizá, el mayor obstáculo. El exceso de trámites, el tiempo de espera y la disparidad en la calidad de la atención que brindan las entidades encargadas de formalizar, deben desalentar a muchas empresas y personas que buscan ponerse al día con las normas.
El informe Doing Business del Banco Mundial lo corrobora, pues el Perú ocupa el puesto 103 en facilidad para abrir un negocio y los pocos avances en reducir la carga burocrática están pasando factura: caímos nueve ubicaciones respecto del año pasado. Pero no se trata solamente del papeleo extremo, dado que el problema es estructural, también alcanza a los servidores públicos.
Según un informe de Ipsos publicado este mes, las tres principales barreras que enfrenta el Estado en la gestión pública son precisamente el exceso de procesos burocráticos (y los plazos), la falta de coordinación intersectorial y el personal ineficiente (o poco capacitado) –apenas el 13% de los encuestados considera que son empleados eficientes–. En efecto, ser atendido adecuadamente en la Sunat, el Organismo Supervisor de Contrataciones del Estado (OSCE), las municipalidades y muchas otras entidades estatales, es como ganarse la lotería: un asunto de suerte.
Y las plataformas virtuales diseñadas para agilizar los trámites y brindar información útil para formalizarse dejan mucho que desear. El hecho de que el portal del OSCE presente enlaces muertos, pese a que es la vía para que las empresas y personas se conviertan en proveedoras del Estado, evidencia que el así llamado “Gobierno electrónico” continúa en pañales –este escenario empeora a nivel regional y municipal–. Por cierto, el chat del Reniec siempre está saturado.
Esta situación amerita una revisión de la forma en que opera la Autoridad Nacional del Servicio Civil (Servir), que se autodenomina la “Gerencia de Recursos Humanos” del Estado. Se necesita un enorme salto de calidad en la gestión pública, empezando por quienes tienen un trato directo con empresas y personas. Eso se consigue con capacitación y evaluación del rendimiento. Al menos así lo hacen las gerencias de RR. HH. en el sector privado.