Editorial: Confianza en cuestión
Editorial de Gestión. “No se puede continuar sometiendo a la economía a esta incertidumbre”.
Por: Redacción Gestion.pe
PRÓXIMOS PASOS. El ministro de Economía, Alfredo Thorne, puede tener razones legítimas para plantear una cuestión de confianza, luego de su presentación ante el Congreso el viernes pasado, pero le faltó hacer lo suficientemente explícito el pedido ese mismo día cuando concluyó su intervención en el hemiciclo. Es verdad que no existe regulación sobre la formalidad con que este pedido debe presentarse. Sin embargo, pudo haber utilizado una fórmula similar a la del ministro Jorge Camet en abril de 1998, cuando dijo: “Doy por terminada mi intervención, no sin antes pedir un voto de confianza para nuestra acción y nuestro trabajo”. La forma que utilizó el ministro generó que el fin de semana se tejieran varias hipótesis sobre sus palabras, e incluso congresistas del oficialismo aseguraban que no se había solicitado una “cuestión de confianza”.
Aun cuando muchos parlamentarios hubiesen preferido que el ministro renunciara, ahora les corresponde, respetando el reglamento, dar trámite al pedido y votar en la siguiente sesión del pleno; es decir, mañana. Lo más seguro, tal como ha adelantado más de un congresista, es que la mayoría vote por el retiro de la confianza, lo que obligará al ministro a presentar su renuncia, cerrando así un capítulo más en el enfrentamiento entre el Gobierno y el fujimorismo.
Sin embargo, el mismo día que se cierra un capítulo, se inicia otro, pues mañana también será la interpelación al ministro del Interior, Carlos Basombrío. Aunque ahora la mayoría parlamentaria prefiere mantener un “discreto” silencio sobre la posibilidad de censurar a este ministro, semanas atrás la censura se daba por descontada.
Pasada la página, lo que correspondería es que el presidente Pedro Pablo Kuczynski aproveche la ocasión para hacer una real reorganización en el Gabinete donde no solo cambie a las personas sino sobre todo el rumbo que se le quiere dar al país. Es el momento para incorporar a profesionales con mayor experiencia en la gestión pública y con un adecuado manejo político de los problemas.
Sin embargo, el presidente, que ya nos tiene acostumbrados a los cambios de uno en uno y las movidas internas, seguramente solo aplicará su plan B, aquel del que habló con la prensa extranjera mientras su ministro de Economía respondía ante el Congreso.
De cualquier manera, lo que queda claro es que no se puede continuar sometiendo a la economía a esta incertidumbre, pues las consecuencias de ello las pagaremos todos los peruanos.