Editorial: Camino errado

Editorial de Gestión. Maduro dejó en claro que la democracia en su país era una palabra sin contenido.

Foto: USI

Por: Redacción Gestion.pe

VENEZUELA. Desde 1999, cuando Hugo Chávez asumió la presidencia del Gobierno venezolano, fue caminando paso a paso hacia la dictadura, la cual ayer ha quedado en evidencia, para quienes dudaban.

No ha sido necesario salir con tanques a la calle o mantener en arresto domiciliario a los miembros de la Asamblea Nacional venezolana. Al sucesor de Chávez, Nicolás Maduro, le ha bastado con utilizar al Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) para quitarle todas las atribuciones parlamentarias a la mayoría opositora y recuperar, en los hechos, el poder total que ostentaba antes del 2015, cuando perdió la mayoría en las elecciones al Parlamento.

Luego de realizadas dichas elecciones, Maduro dejó en claro que la democracia en su país era una palabra sin contenido, pues en lugar de aceptar la derrota decidió, antes que se iniciará un nuevo periodo parlamentario, cambiar las normas de manera tal que el TSJ, un órgano cuyos integrantes no son elegidos por votación popular sino a criterio del presidente, pudiera enmendarles la plana a los diputados venezolanos. Y así sucedió.

A pesar de ser un país rico en petróleo, el crecimiento económico sigue en caída. El año pasado cayó 12.2%. Según la última proyección del LatinFocus, en el 2017 se estima un descenso de 4.2%. La crisis económica que afecta a los venezolanos es un hecho que cada vez le es más difícil ocultar y que deja en claro que su modelo económico fracasó.

En el Perú, dirigentes de izquierda como Verónika Mendoza, Indira Huilca o Marco Arana, que siempre evitaron califi car al Gobierno de Chávez o Maduro, han tenido que cambiar de opinión, aunque sus palabras no muestran la suficiente convicción.

La situación en Venezuela debe servir para que los peruanos y todos los latinoamericanos defendamos la democracia. Los últimos gobiernos dictatoriales de la región iniciaron con formas democráticas y poco a poco fueron cercenando derechos a la población. Casi siempre se inicia limitando el derecho a la libertad de expresión y tratando de controlar a los medios de comunicación, un camino que el Perú ya conoce y no puede permitir que se repita.

Varios países, incluyendo el Perú, ya han repudiado lo sucedido en Venezuela, le toca a la OEA reunirse pronto y aplicar la Carta Democrática. El rechazo debe ser total para evitar que otros países continúen por la senda de Venezuela