Editorial: Cambios necesarios
El código penal no solo sanciona los delitos con cárcel, sino también establece la posibilidad de aplicar prestación de servicios a la comunidad y otras medidas
Por: Redacción Gestion.pe
CÓDIGO PENAL.La reciente sentencia en el caso de Silvana Buscaglia, sancionada por agredir a un policía, ha generado un repentino interés en las normas penales que rigen en el país, se han desencadenado diversas reacciones y muchas preguntas sobre la gravedad de las sanciones y los procesos penales.
Es interesante notar cómo solo frente a un caso concreto se genera el interés por tratar de comprender cómo funciona el sistema penal. Lamentablemente, al hacer la revisión, queda claro que existe una grave falta de concordancia al interior del Código Penal y en su relación con el Código de Procedimientos Penales.
El Código Penal que rige actualmente fue dictado en 1991 y durante estos 24 años ha sufrido más de 600 modificaciones, que si bien respondían a situaciones concretas, no miraban el código como un todo integral. Así, se fueron creando nuevas figuras sin entender que no siempre eso era necesario o se incrementaron las penas para algunos casos concretos y no para otros. Todas esas incongruencias han generado, por ejemplo, que una persona sancionada por haber cometido un robo o haber abusado sexualmente de otra pueda ser sancionada con más años de cárcel que quien comete un delito de homicidio.
A diferencia de otros países, el Perú basa su sistema penal en la creencia de que es posible lograr la rehabilitación del criminal. Por ello, el código no solo sanciona los delitos con cárcel, sino también establece la posibilidad de aplicar prestación de servicios a la comunidad y otras medidas, que si bien se han aplicado en algunos casos podrían ser más utilizadas.
En el ámbito de procedimientos penales también se han dado grandes cambios, como los llamados juzgados de flagrancia, que exigen mirar de otra manera los delitos. Por ello, es momento de acelerar en el Congreso el debate de un nuevo Código Penal que responda a la realidad actual, que incorpore nuevas figuras y que revise el nivel de penas establecidas buscando una coherencia entre la gravedad del delito y el nivel de las sanciones. Es importante mirar el sistema de justicia como un todo y evitar la tentación de creer que solo maximizando castigos se pueden lograr resultados.
SUMILLA:
“Quien comete un robo puede ser sancionado con más años de cárcel que quien comete un homicidio”.