Editoria del Gestión: Ellas también esperan
La caída de las exportaciones es un de los principales indicadores de la desaceleración de la economía peruana. Aunque las proyecciones oficiales sobre la balanza comercial están para provocar sollozos, lo recomendable sería preguntar al Gobierno cuando piensa implementar su política comercial.
Por: Redacción Gestion.pe
DÉFICIT COMERCIAL. La caída de las exportaciones es uno de los principales factores que explican que la variación del PBI se encuentre, literalmente, por los suelos. Y aunque gran parte de la responsabilidad la tienen los términos de intercambio –frente a los cuales el Perú es mayoritariamente precio-aceptante–, otro causante es el deslucido desempeño del rubro minero, encabezado por el oro y el cobre.
El BCR cita algunas razones, como las menores leyes en la producción de ambos minerales, pero solo toca tangencialmente el retraso en el inicio de nuevos proyectos, causados principalmente por la actitud poco amistosa que mostró el Gobierno de Ollanta Humala hasta hace muy poco con la minería. Suponemos que el cambio de postura obedeció al cambio de color –del azul al rojo– que las cifras macroeconómicas comenzaban a mostrar meses atrás.
No sirve llorar sobre leche derramada y aunque las proyecciones oficiales sobre la balanza comercial están para provocar sollozos, lo recomendable sería preguntarle al Gobierno si su política comercial está contemplando el 2014 o si tiene previsto comenzar a implementarla a partir del 2015, cuando la situación de la minería mejorará, según vaticina el BCR.
Recordemos la expectativa que se generó cuando las oficinas comerciales pasaron a depender del Ministerio de Comercio Exterior y Turismo (Mincetur), bajo el argumento de que se necesitaban profesionales con conocimientos de promoción de productos y servicios y de desarrollo de mercados. Hasta ahora se desconoce si esta mudanza ha logrado el salto de calidad que se proyectaba.
¿Se están aprovechando los tratados de libre comercio (TLC) que el Perú ya tiene suscritos? Los cinco meses de caída de las exportaciones de confecciones pueden proporcionar parte de la respuesta –aunque las agroindustriales sí están en azul–. Y en el frente interno, la infinidad de trámites burocráticos y reglamentaciones sigue restando competitividad al sector.
Las exportaciones también están esperando su recuperación. Depende del Gobierno recibirla cruzado de brazos o con un plan que las impulse y fortalezca el hoy añorado superávit comercial.