El riesgo de populismo en Brasil es real, según candidato
Los índices de aprobación de Dória vienen cayendo sin pausa este año, de 44 por ciento en febrero a 32 por ciento el mes pasado, según la encuestadora Datafolha.
Por: Redacción Gestion.pe
Bloomberg.- Hace seis meses, el alcalde de São Paulo, João Dória, reveló ambiciones presidenciales desenfrenadas. Viajó por el país y el mundo profesando una agenda enérgica promercado y un estilo de administración con el eslogan “Acelérenlo”.
En una entrevista desde su oficina en São Paulo esta semana, el funcionario adoptó un tono más humilde y realista. Habló de la necesidad de hacer más cosas en su ciudad de origen, forjar alianzas con otros partidos centristas y concentrarse en una agenda de bienestar social y generación de empleo como medio para conseguir sus objetivos nacionales.
¿Por qué el cambio de actitud? Candidatos de extrema izquierda y ultraderecha vienen subiendo en las encuestas antes de las elecciones generales de octubre próximo, lo cual amenaza la recuperación de Brasil y posiblemente sorprenda a inversores demasiado optimistas, dice Dória.
“Si seguimos divididos, se perderán las elecciones con uno de los dos candidatos extremistas”, dijo el expresentador de la versión brasileña de “The Apprentice”, de 59 años, en una sala de conferencias en el quinto piso de la municipalidad. “Brasil necesita alternativas para que ese riesgo no persista hasta octubre”.
Espectro político
Es aquí donde entra Dória, quien nunca había ocupado cargos electos hasta octubre, cuando se transformó en el primer candidato en más de dos décadas en ganar las elecciones municipales de São Paulo en la primera vuelta.
Sin embargo, la política nacional en este país de dimensiones continentales es otra cosa. En ese ámbito, el expresidente Luiz Inácio Lula da Silva, del izquierdista Partido de los Trabajadores, aumentó su ventaja en las encuestas de opinión y se alza con cerca del 36 por ciento de las intenciones de voto, pese a haber sido condenado por corrupción. Si un tribunal de apelaciones confirma el veredicto, tendría prohibido presentarse el año que viene.
En el otro extremo del espectro político se encuentra un excapitán del ejército, Jair Bolsonaro, que cuenta con aproximadamente un 16 por ciento de las intenciones de voto. En 26 años como legislador en la Cámara de Diputados del Congreso, solo se aprobaron dos proyectos de ley suyos, y sus conocimientos de economía, confiesa, son superficiales.
Para Dória, las expectativas irrealistas hacen que la situación sea propicia para llevarse un chasco: tal vez no le prohíban presentarse a Lula y tal vez Bolsonaro logre superar las elevadas tasas de rechazo que tiene en las encuestas de opinión. “Hay un exceso de optimismo. Brasil no puede soportar otro Gobierno populista, será la nueva Venezuela de Latinoamérica”, dijo.
Los índices de aprobación de Dória vienen cayendo sin pausa este año, de 44 por ciento en febrero a 32 por ciento el mes pasado, según la encuestadora Datafolha. “El declive no afecta mucho el potencial de competitividad de Dória en unas elecciones nacionales, pero sí le dificulta obtener la nominación del PSDB”, su partido, afirmó en una nota de investigación en octubre la consultora de riesgo político Eurasia Group.
En cuanto al aparente giro estratégico y retórico a 11 meses de haber asumido y con las elecciones nacionales por delante, él dice que reconocer el cambio y reaccionar rápidamente es el sello de un buen líder.
“Hay que agarrar la tabla y surfear sobre la ola antes que te trague”, dice Dória, que no practica surf y duerme poco, pero se ejercita todos los días.