El “enfriamiento” de la economía cubana en 2016
El modesto crecimiento de 2% inicialmente planificado para Cuba para este año, sería inferior. El gobierno de Cuba le ha dado un frenazo a la economía y no existe un pronunciamiento oficial acerca de cuándo, ni a cuál ritmo, el país retornará a la senda del crecimiento.
Por: Redacción Gestion.pe
A mediados de año, Cuba tomó la decisión de llevar adelanta su plan de racionalidad “técnica” en materia económica, pero enfrente un usual comportamiento de las personas que se inclinan a pensar que las medidas pudieran no ser agradables, pero que no existen otras alternativas “técnicamente” viables.
Pedro Monreal, economista e investigador de Cuba Posible, analiza cómo debe ser entendida esa racionalidad técnica o es que existen otras alternativas para la Isla que hoy enfrenta la muerte de su líder Fidel Castro.
Calificando a su economía en un “coma inducido”, el investigador sostiene que el plan económico de “Cuba”, anunciado aspira a reducir el crecimiento económico para este año a un nivel no especificado.
“En cualquier caso, sería menor que el modesto 2% inicialmente planificado y, probablemente, sería inferior al decepcionante 1% registrado durante el primer semestre de 2016. El gobierno cubano le ha dado un frenazo a la economía y no existe un pronunciamiento oficial acerca de cuándo, ni a cuál ritmo, el país retornará a la senda del crecimiento”, sostiene.
Oficialmente en Cuba estiman que esa reducción del dinamismo económico permitiría capear una coyuntura temporal y externa, desatada por un descenso de los precios internacionales, que no es atribuible a la política económica cubana.
Veamos el ciclo de la economía cubana
La economía cubana ha comenzado a transitar, como resultado de esa decisión de política macroeconómica restrictiva, hacia una fase de “enfriamiento” y lo ha hecho de una manera relativamente atípica.
En este caso no se trata de solucionar los desbalances macroeconómicos de una economía “recalentada”, pues eso es algo que no sucede en Cuba desde hace bastante tiempo. Desde 2011 hasta 2015, el crecimiento promedio anual del Producto Bruto Interno Bruto (PBI) fue apenas del 2.8%; mientras que el “pico” de crecimiento del 4.3%, registrado en 2015, dista mucho de representar una economía “recalentada”.
Pedro Monreal afirma que están en presencia de un “enfriamiento” de la economía para resolver excesos de crecimiento. Se trata, más bien, de un “coma inducido” para paliar las insuficiencias de un tipo de crecimiento económico que todavía no ha logrado resolver dos problemas claves de sustentabilidad macroeconómica en Cuba: a) niveles adecuados de exportación y b) una demanda interna sólida.
Así, sin exportaciones suficientes no es posible atraer inversión, que son decisivas para el crecimiento; en el mismo sentido, una demanda interna consistente le confiera estabilidad al crecimiento.
Cuba Posible sostiene que las restricciones recientemente anunciadas han sido justificadas, fundamentalmente, a partir de un argumento en apariencia incuestionable: la respuesta “técnica” a un desequilibrio macroeconómico externo, que debe consistir en un ajuste macroeconómico recesivo basado en el control del gasto y en la caída de la demanda interna.
Falsas ilusiones del ajuste
Pedro Monreal, economista e investigador de Cuba Posible, sostiene que asumir que un “enfriamiento” de la economía cubana va a funcionar razonablemente bien, de acuerdo con un esquema prestablecido, es un supuesto problemático. El riesgo de que el actual “enfriamiento” termine en una “pulmonía económica” no debe ser subvalorado.
“Debe quedar claro que las medidas restrictivas comunicadas el pasado mes de julio son radicalmente distintas a las políticas de austeridad que se adoptan en la mayoría de los países que intentan responder a los desequilibrios macroeconómicos”, comentó.
El ajuste macroeconómico se apoyaría, fundamentalmente, en una considerable contracción del 17% en la inversión, y en una prevista disminución de las importaciones del 3.3%. Sin embargo, Pedro Monreal considera que es probable que el “enfriamiento” de la economía cubana también termine afectando los niveles de consumo, aun cuando inicialmente ello no hubiese sido presentado como un componente importante del esquema general de las medidas.
“La pronosticada reducción del 7% del salario medio del sector empresarial sobre el nivel planificado para el año 2016, indica claramente tal probabilidad”, aseguró.