¿Default de EE.UU.? Operadores de bonos no dan nada por sentado

La plena fe y el crédito del Gobierno federal han sido una piedra angular de la política de EE.UU. desde los días de Alexander Hamilton. Y nadie cuestiona la capacidad de pago de la nación. Pero en la era Trump, Wall Street prefiere no asumir riesgos.

(Foto: Bloomberg)

Por: Redacción Gestion.pe

(Bloomberg).- En muchos sentidos, la idea de que Estados Unidos caiga en default es totalmente absurda.

El país nunca ha repudiado su deuda. La plena fe y el crédito del Gobierno federal han sido una piedra angular de la política de EE.UU. desde los días de Alexander Hamilton. Y nadie cuestiona la capacidad de pago de la nación.

Pero en la era de Trump, Wall Street prefiere no asumir riesgos.

Mientras los líderes republicanos confían en que su partido puede dejar de lado sus diferencias para resolver el último impasse sobre el límite de deuda antes de que venza el plazo en algún momento entre finales de septiembre y mediados de octubre, los inversores se vienen alejando de los bonos del Tesoro antes que en otras ocasiones. El mes pasado, en una venta de deuda a tres meses hicieron subir los costes al máximo desde el 2008.

Por supuesto, estas discusiones sobre el techo de la deuda se han convertido en un ritual bienal en el Capitolio: una crisis manufacturada creada por los republicanos del Tea Party de línea dura, que causa mucha tensión, pero siempre se resuelve antes de que pase algo realmente malo. Justo este mes, Mark Meadows, un conservador líder de la Cámara de Representantes, pareció suavizar sus demandas e indicó que era optimista acerca de lograr un trato.

Pero con un presidente que está dispuesto a decir que el Gobierno de EE.UU. “necesita una buena ‘paralización’”, un creciente número de inversores en el mercado más importante del mundo no se arriesgan.

“Todo el mundo se preocupa un poco de que, con la volatilidad de esta Administración, se pueda tomar algún camino diferente”, dijo Deborah Cunningham, directora de inversiones en mercados financieros de Federated Investors, que supervisa US$ 242,000 millones en fondos monetarios.

Credibilidad de EE.UU.
Lo que está en juego va más allá de la credibilidad de EEUU. en los mercados de deuda globales. El Gobierno estadounidense no solo debe pagar US$ 7,000 millones en intereses el 2 de octubre, sino que también está comprometido con US$ 48,000 millones para Medicare, pagos a militares activos y desembolsos de beneficios para la administración pública y los militares retirados.

Federated es una de varias firmas que evitan las letras del Tesoro que venzan poco después del 29 de septiembre, cuando el secretario del Tesoro, Steven Mnuchin, estima que el Gobierno ya no tendrá dinero suficiente para pagar sus obligaciones. Como EE.UU. está constantemente emitiendo deuda a corto plazo, cualquier preocupación persistente podría conducir a costos más abruptos para los contribuyentes cuando venda deuda a cuatro semanas el 5 de septiembre y el 12 de septiembre.

En sí misma, la aprobación de un nuevo proyecto de ley para elevar el límite de la deuda no debería ser difícil. Pero el Congreso, que regresa de su receso de verano el 5 de septiembre, no tendrá mucho tiempo. La Cámara de Representantes contará con 12 días laborables, y el Senado, con 17, para elevar el techo de la deuda, a juzgar por una carta que Mnuchin envió al presidente de ese cuerpo, Paul Ryan.

La disfunción política dentro del Partido Republicano, que controla ambas cámaras, no ayuda. Las diferencias entre moderados y conservadores torpedearon los intentos republicanos de revocar Obamacare, algo que han jurado hacer durante años. Y todavía no han abordado muchas de las promesas de campaña del presidente Donald Trump, como las reducciones de impuestos o los gastos en infraestructura.