Brexit: debilitamiento de la City de Londres beneficiaría a plazas continentales

La City de Londres alberga gran cantidad de bancos, agentes de corretaje, compañías de inversión e incluso analistas financieros, y es una plaza ineludible para los mercados de cambio.

Promotores del Brexit en Londres. (AP)

Por: Redacción Gestion.pe

(AFP).- La City de Londres, primera plaza financiera europea, podría caer de su pedestal en caso de un Brexit, en beneficio de las plazas de Europa continental que contarían con nuevas oportunidades de desarrollo.

Pregunta: ¿Cuál es la correlación actual de fuerzas en las plazas europeas?

Respuesta: Actualmente, Londres ocupa una posición dominante en el ámbito financiero europeo.

La ciudad alberga gran cantidad de bancos, agentes de corretaje, compañías de inversión e incluso analistas financieros, y es una plaza ineludible para los mercados de cambio.

Sin embargo, el panorama podría modificarse ya que la bolsa de Londres inició un acercamiento con el parqué de Fráncfort, que podría alumbrar un peso pesado europeo y mundial.

La puesta en marcha de esta fusión, que algunos consideran un medio para detener el Brexit, llevará en cambio tiempo y no representará forzosamente una solución milagro para la City.

Asimismo, después del referéndum, el estado de las relaciones entre la Unión Europea y el Reino Unido no estarán perfectamente claras, por lo que “los accionistas de las bolsas esperarán a ver cómo evoluciona todo”, estima Gertrud R. Traud, economista del banco regional alemán Helaba.

P: En caso de un Brexit, ¿la City tendría mucho que perder?

R: El problema central para la City será las numerosas estructuras no europeas que la escogieron para brillar en Europa.

Una vez implantada en un país miembro de la UE, una empresa puede operar en todo su territorio. En este contexto, gran parte de las compañías estadounidenses escogieron Londres como su campo base en Europa.

Pero la pérdida de este “pasaporte europeo” de la finanza podría implicar mudanzas de país.

El presidente ejecutivo de JP Morgan declaró, en este sentido, que un “Brexit significaría menos empleos en Reino Unido y más en Europa”.

HSBC, el primer banco británico y europeo, también advirtió que podría trasladar unos mil empleos de Londres a París, donde dispone de un establecimiento en los famosos Campos Elíseos con una gran sala de transacciones.

La City londinense podría, en cambio, no rendirse tan rápido.

“No habrá cambios inmediatos en las operaciones de los gestores de activos, ya que, en caso de un Brexit, Reino Unido tendrá dos años para renegociar los términos de sus intercambios con la UE”, señala la agencia de calificación Moody’s.

P: ¿París es la plaza mejor situada para aprovechar un Brexit?

R: Además de una posición central en Europa, la plaza parisina dispone de numerosas ventajas y establecimientos financieros de alcance mundial.

“París, que es la segunda capital financiera en Europa, podría aprovecharse gracias especialmente al ‘triángulo de oro’ constituido por BNP Paribas, Société Générale y Crédit Agricole”, resume Eric Vanraes, gerente del suizo EI Sturdza Investment Funds.

La asociación de defensa de la plaza parisina Paris Europlace tiene previsto hacer valer sus ventajas. Para ello, incluso desplegó la alfombra roja a los posibles decepcionados del Brexit durante una jornada que reunió al mundo económico y político el 8 de junio.

“Si hay un Brexit, el impacto podría ser importante en términos de un traslado de actividades”, explica Arnaud de Bresson, delegado general de Paris Europlace.

En total, “el Brexit puede representar beneficios a corto plazo en términos de actividad y de empleos”, que podrían cifrarse en algunas decenas de miles de puestos, según Bresson.

P: ¿Y el resto de plazas financieras?

R: Fráncfort puede jugar también sus cartas, máxime cuando alberga la sede del Banco Central Europeo (BCE).

Por su parte, una plaza como Dublín podría sacar provecho del ventajoso régimen fiscal para las compañías con sede en Irlanda.

Las otras plazas europeas, como Madrid, Milán o Ámsterdam, parecen quedar relegadas a un segundo plano, al no poder ofrecer el mismo atractivo que centros financieros como Fráncfort o París.

Tampoco se puede descartar que una parte de la actividad termine en plataformas alternativas y no en las tradicionales bolsas nacionales.