Sale a la venta este tríplex de US$ 19 millones de famoso playboy

FOTOGALERÍA. El empresario, fotógrafo, coleccionista de arte y playboy francés Jean Pigozzi ha decidido para su pesar poner en venta su “joya de departamento” donde el uso extravagante del espacio es su mejor carta de presentación. Vea aquí las instalaciones de este tríplex de ensueño.

En 1986, el empresario/fotógrafo/coleccionista de arte/playboy francés Jean Pigozzi vivía en un “apartamento pequeño con una vista fabulosa” en Hampshire House de Central Park South, Manhattan. “Soy un hombre grande, mido 1.93 metros, necesito espacios grandes”, dijo en una entrevista. “De lo contrario, me da un poco de claustrofobia”.
Pigozzi se propuso encontrar un apartamento (técnicamente un pied-à-terre, dado que su residencia principal está en Suiza) y, después de mirar algunos en el barrio del Upper East Side, entró al edificio del Hotel Des Artistes de la Calle West 67, justo frente a Central Park West.
“Me llevó unos 12 segundos decir: ‘Esto es lo que quiero’”, contó. “Las dimensiones del apartamento eran fabulosas”. Cuando Pigozzi compró el apartamento, era una vivienda de dos pisos que pertenecía a “un tipo que era pintor y también quizá científico”, dijo Pigozzi de manera burlona. “Además, creo que coleccionaba piedras antiguas. Era algo muy raro”. El hombre, agregó Pigozzi, “tampoco era un gran pintor”.
Después de comprar el apartamento, Pigozzi le pidió a Ettore Sottsass, diseñador y fundador del influyente Memphis Group, que mirara el apartamento y decidiera si estaba dispuesto a rediseñarlo. En esa época, Sottsass estaba en la cima de la fama (murió en 2007 y el Museo Metropolitano de Arte inaugurará una retrospectiva de su obra en julio) y “se enamoró de él”, dijo Pigozzi.
Sottsass se abocó a realizar el diseño y se reunió múltiples veces con Pigozzi en Milán para acordar un plano de planta y un plan de diseño. “Diseñó el 100% de todo”, señaló Pigozzi. “Cada mesa, cada sillón, cada biblioteca, cada pileta, cada picaporte”.
Cuando años después el penthouse que estaba arriba del dúplex de Pigozzi se puso en venta, Pigozzi lo compró e hizo que Sottsass lo integrara a su diseño; lo más destacado fue que Sottsass agregó un solárium de vidrio de paredes curvas. Con el agregado de un tercer piso, el apartamento tiene una superficie cubierta de 500 metros cuadrados (5,377 pies cuadrados) y una terraza de 77 metros cuadrados.
Ahora Pigozzi, que también tiene casas en el sur de Francia y Los Ángeles, va a vender el apartamento por US$ 19 millones simultáneamente a través de Roberta Golubock y Mark Thomas Amadei de Sotheby’s International Realty y de Deborah Grubman y David Adler de Corcoran Group.
El primer piso del apartamento está compuesto por un “gran salón” de 17 metros de largo con un cielorraso de 6 metros de altura, un comedor de 7 metros de ancho (también de doble altura), un dormitorio, cocina y baño. El segundo piso tiene un entrepiso, otro dormitorio, dos baños y dos vestidores que suman más de 52 metros cuadrados.
El último piso tiene el dormitorio principal, el solárium, la terraza, una kitchenette, un baño completo y una sala de estar iluminada por claraboyas. Todos los pisos están llenos de la gigantesca colección de arte africano de Pigozzi y tienen acceso por ascensor y/o una escalera interior. En total, hay tres dormitorios, cinco baños completos y tres tocadores.
Pigozzi reconoce de buen grado que el apartamento es decadente en su uso del espacio.
“Eliminé un dormitorio para acomodar el enorme vestidor”, dijo. “Se lo puede volver a armar fácilmente y convertirlo en una suite”. El gran salón, agregó, era donde daba sus legendarias fiestas de Navidad, que fácilmente reunían a “más de 120 personas”, señaló. “Cuando un año no pude hacer la fiesta, Michael Douglas, Larry Gagosian y Mick Jagger preguntaron: ‘¿Por qué no haces la fiesta? ¡Es una locura!’” (La regla de Pigozzi para recibir invitados: “Mi secreto era invitar a muchas chicas lindas y muchos camareros y camareras que eran modelos; y la comida siempre era poco pretenciosa”).
Dijo que pensaba dejar el apartamento porque su actividad lo obliga a estar cada vez más en San Francisco y Los Ángeles y tiene menos oportunidades de estar en Nueva York. Y, aunque a veces les presta el apartamento a sus amigos, “Mick Jagger se alojó allí algunas veces”, dijo que estaba vacío tanto tiempo que no se justificaba tenerlo. “Lo vendo con grandes lágrimas en los ojos”, comentó. “Pasé 30 años felices en él”.
Los futuros compradores, agregó, pueden adquirir la casa con interiores de Sottsass. “Si él les gusta, compran una joya, una joya total”, dijo. “Pero si alguien quiere hacer algo completamente distinto, con gusto me llevaré los muebles y los pondré en mi casa de Los Ángeles”.

Por: Redacción Gestion.pe