Faltan facilidades para la instalación de servicios de agua en proyectos habitacionales

Gustavo Ehni, gerente general de Actual Inmobiliaria, consideró que el nuevo gobierno deberá enfrentar este problema, que ha cancelado – incluso – proyectos que se iban a emprender en zonas periféricas.

Por: Karen Guardia

Uno de las principales trabas para el desarrollo de una mayor oferta inmobiliaria en la zonas periféricas de la ciudad y en los distritos de la llamada Lima moderna conformada por Jesús María, Lince, Pueblo Libre, San Miguel, Magdalena del Mar, Surquillo y Barranco, son los problemas que se generan en la instalación de agua potable y desagüe, a cargo de Sedapal.

“El nuevo gobierno tendrá que enfrentar y solucionar este problema que afecta a las zonas periféricas pero también a los terrenos de la Lima moderna, que tampoco cuenta con facilidades para la instalación de los servicios de agua y desagüe”, alertó a Gestión.pe el gerente general de Actual Inmobiliaria, Gustavo Ehni.

En esa línea, remarcó que si bien hay una gran demanda de viviendas en la zona periférica de la ciudad (dónde se ubican los conos), la falta de acceso para dotar de agua y desagüe a estos emprendimientos es vital, ya que se ha llegado a extremos que en ocasiones, refirió el ejecutivo, “te cancela en muchos de estos lugares”.

Este factor no es el único elemento que impide a los desarrolladores inmobiliarios edificar una mayor oferta en los conos de Lima. El otro es el alto valor de los terrenos.

“Pues como hubo un boom en Lima periférica hace unos años, el valor de los terrenos subieron un montón y están en valores hoy en día irrealizables”, específico el empresario. A lo que se suma, indicó, que los bancos endurecieron los requisitos para el otorgamiento de créditos inmobiliarios, lo que afecta a un segmento de la población independiente, con holgura económica, pero informal.

Ante lo cual, consideró de vital importancia que se lleve a cabo – tal como lo prometió en campaña el electo presidente Pedro Pablo Kuczynski – la revolución del crédito y la promoción hacia la formalización.

“Si pudiéramos bajar en 10 puntos la informalidad, el país sería otro”, reflexionó.