El Burj Khalifa, un techo para el mundo y un ícono para Emiratos

Con la inauguración del Burj Khalifa en el 2010, Dubái presentaba al mundo un edificio de 160 plantas y 828 metros, con siete récords mundiales y un sinfín de cifras mareantes.

El Burj Khalifa es el corazón de Dubái y el icono de la ciudad.

Por: Redacción Gestion.pe

Hace exactamente 30 años, Dubái era una ciudad comparable en términos demográficos con Córdoba, España. Ahora, tiene medio millón de habitantes más que Barcelona.

Trasladando el ejercicio a la economía, Emiratos Árabes Unidos ha pasado de tener un PBI similar al de Ecuador en 1999 a superar a países como Noruega o Portugal en la actualidad. Hablamos por tanto de una de las zonas del mundo que más crecimiento ha experimentado en menos tiempo, un oasis de riqueza en medio del desierto que tiene al Burj Khalifa como “emblema de su prosperidad, una declaración de lo que los Emiratos son capaces”, según se afirma en la web del edificio más alto del mundo.

Rompiendo récords
El Burj Khalifa es el corazón de Dubái y el icono de la ciudad, un megarascacielos controlado por la promotora Emaar Properties y diseñado por el estudio Skidmore,Owings & Merrill LLP, con sede en Chicago. El edificio consta de un núcleo central del que salen tres alas simulando los pétalos de la flor Hymenocallis, lo que supone un guiño a la arquitectura árabe que van siendo más pequeñas a medida que el rascacielos gana altura hasta confluir en su punta, situada a 828 metros de altura.

Las obras empezaron en enero de 2004, cuando se comenzó a excavar su base, donde se colocaron 192 pilares de más de 50 metros bajo tierra. Un año después, el rascacielos empezó a ganar altura y en julio de 2007 superaba ya el récord de edificio más alto del mundo. Habían pasado sólo 1,325 días desde que entró la primera excavadora, pero las 12,000 personas que trabajaron en su desarrollo se emplearon un total de 22 millones de horas de mano de obra hicieron que el edificio creciera rápidamente.

Finalmente, el Burj Khalifa se inauguró oficialmente en enero de 2010. Dubái presentaba al mundo un edificio de 160 plantas y 828 metros, con siete récords mundiales y un sinfín de cifras mareantes: 330,000 metros cúbicos de hormigón, más de 28,000 paneles de cristal, 57 ascensores que alcanzan hasta 65 km/h de velocidad y un coste superior a los 1,500 millones de dólares.

El edificio
En cuanto al edificio, cuenta con un hotel de Armani de 160 habitaciones en su parte baja, 900 residencias exclusivas hasta la planta 108 con zonas comunes donde hay jacuzzis, piscinas, biblioteca o tiendas y 37 plantas corporativas de oficinas para empresas en la zona superior, además de dos miradores (plantas 123 y 148) y numerosos niveles técnicos para maquinaria y servicios.

A ello hay que sumarle 11 hectáreas de zonas verdes a su alrededor, un lago artificial y el Dubái Mall, uno de los centros comerciales más grandes del mundo.Porque en Dubái grande y lujoso es casi siempre sinónimo de mejor.

Su sombra mide 2,5 km.

Diario Expansión de España
Red Iberoamericana de Prensa Económica (RIPE)