¿Subsidiariedad en peligro?

Opinión: Manuel Romero Caro
economista

Por: Redacción Gestion.pe

Voceros de la izquierda, envalentonados por la votación del Congreso otorgándole a Petroperú el lote 192 por 30 años, ahora van por más. Es así que, por ejemplo, el economista Humberto Campodónico afirma que “la votación del Congreso la semana pasada nos dice claramente que es obsoleto el artículo 60 de la Constitución de 1993, acerca de la subsidiariedad de la actividad empresarial del Estado”. Afirmando que “ahora que el Congreso nos dice que Petroperú debe entrar al “upstream”, debe eliminarse ese artículo, del cual “se agarran” los neoliberales para decir que esa votación es inconstitucional” .

En realidad lo que está sucediendo no constituye ninguna sorpresa. Es así que en este mismo espacio el 27.10.14 (“Las elecciones y el modelo económico”) precisábamos que el agravamiento de los enfrentamientos políticos, la desaceleración económica, el incremento de las movilizaciones, la fatiga luego de 25 años y el difícil entorno internacional, harían del modelo económico un importante tema de debate preelectoral.

Posteriormente , a raíz de las movilizaciones sociales en protesta por Tía María, se renovaron las críticas al modelo económico “extractivista”, llegándose inclusive a afirmar que “la gobernabilidad neoliberal había entrado en crisis y que el modelo ya está agotado”.

Y aquellos que todavía se sienten confiados porque hasta el momento todos los principales candidatos presidenciales no cuestionan los aspectos fundamentales del modelo, ya empiezan a preguntarse si al calentarse todavía más la campaña electoral, hasta dónde “flexibilizarían” sus posiciones dichos políticos en su afán de no perder votos. Aunque teniendo en cuenta lo evidente que ha sido el “crash course” en estatismo que dichos políticos parecen haber tomado, nadie puede garantizar hasta dónde llegarían, sobre todo si dichas declaraciones no les han afectado sus niveles de intención de voto.

Es así que una vez roto el candado de Petroperú, ¿qué otros candados pueden ser abiertos?, ¿el de la regla fiscal que ya se está flexibilizando?, ¿aquellos que impiden que el BCR financie al Gobierno Nacional?, afectando severamente de esta manera las reformas estructurales que se han ido desarrollando durante los últimos 25 años.

Si los mismos congresistas que aprobaron los candados para Petroperú ahora los eliminan, ¿por qué no podrían impulsar la eliminación del principio de subsidiariedad del Estado en materia de la actividad empresarial? Después de todo, para esto “solo” se necesita una mayoría calificada durante dos legislaturas ordinarias.

Que sería una locura efectuar cambios constitucionales en el último año de Gobierno; qué es un sinsentido olvidarnos tan rápido del desastre que originaron las empresas públicas; que hay que apreciar lo que está sucediendo en Petrobras, PDVSA y Pemex; que el futuro de las empresas estatales se decide en el Legislativo en lugar de los directorios de las mismas; que el Gobierno obliga a las estatales a desempeñar tareas que no aceptaría ninguna empresa privada en similares condiciones, como son los casos de Electroperú y Petroperú en el gasoducto sur peruano; etc., etc. Si bien las razones anteriormente descritas son ciertas y racionales; considerando los antecedentes del Legislativo ¿alguien se sorprendería si adoptara decisiones irracionales?

De otro lado, hay que tener en cuenta que así como diversos analistas de izquierda continuamente critican diversos aspectos puntuales del modelo económico sin presentar una alternativa al mismo, lo mismo sucede con el Régimen Económico de la Constitución vigente. Es así que en los primeros meses del 2002, a raíz de una serie de presiones en el Legislativo para cambiar la Constitución de 1993, el Congreso designó al parlamentario Jorge del Castillo para que presidiera un grupo de trabajo encargado de proponer un nuevo Régimen Económico. Para lo cual convocó a un diverso grupo de economistas y abogados; formándose en la práctica tres grupos: los profesionales vinculados al Apra; a la izquierda y un tercer grupo que defendía la economía de mercado. Se plantearon una serie de críticas puntuales y aisladas, pero cuando se solicitó que se presentara una propuesta integral, solo el tercer grupo la pudo presentar.

Por lo que hay que estar muy atentos en los siguientes meses, porque con la orientación que está adoptando la campaña electoral, cualquier cosa puede pasar.

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