Un semestre para olvidar

Por: Redacción Gestion.pe

*Elmer Cuba
SOCIO DIRECTOR DE MACROCONSULT*

Ya es oficial. Los datos del INEI muestran un crecimiento de apenas 3.6% en los primeros cinco meses del año. Como junio no será muy diferente de mayo, las cifras del segundo trimestre serán de un magro 2%.
La economía nacional ha sufrido cuatro golpes que la han afectado fuertemente.

El primero fue efecto de los cambios en la política monetaria de Estados Unidos (el llamado ‘tapering’), que provocó una salida de capitales y una devaluación de casi 10%. Ello en una economía aún dolarizada y que importa sus bienes de capital tiene un efecto negativo de corto plazo. Por supuesto que eso no quiere decir que no debamos buscar un alto tipo de cambio real, que al final es la mejor medida para el desarrollo y diversificación productiva.

El segundo fue la caída de los términos de intercambio (el precio relativo de las exportaciones en relación a las importaciones). Ello afecta el ingreso nacional disponible y por ende el gasto privado.

El tercero ha sido la caída de los sectores primarios. Agropecuario (1.3% en lo que va del año) y pesca (-9% en mayo y tal vez similar en junio). Ambos afectados por factores climáticos. En minería, atrasos en el megaproyecto cuprífero Toromocho y menor producción en Antamina (-26% en cobre y -35% en zinc, en el bimestre abril-mayo). Al parecer, en junio y julio se ha agravado la caída en esta última.

El cuarto, un desempeño no esperado en la inversión pública, que en los primeros seis meses del año viene con un crecimiento nulo. Esto último es puramente hecho en casa.

Por el lado monetario, el BCRP ha bajado los encajes desde hace doce meses y ha puesto en el mercado cerca de 9,000 millones de soles. Además, ha reducido la tasa de interés de referencia en dos oportunidades. Es poco lo que le resta por hacer. Tal vez una nueva baja dentro de un mes más, cuando se conozcan las malas cifras de junio.

El Gobierno ha dado un conjunto de medidas que reduce el riesgo de hacer negocios en algunos sectores, si se incumplen normas laborales y ambientales. Ello es correcto, pero no tiene efectos en el ciclo económico.

Si estos números comienzan a afectar el consumo privado, ya estaríamos hablando de palabras mayores, y solo quedaría hacer lo que se hace en esos casos. Darles algo de dinero a agentes con altísima propensión al gasto: jubilados, clases medias bajas y pobres. Y pequeñas obras de rápido desembolso y facilidad administrativa: construir y reparar aulas, cuartos de algunas postas y centros de salud, veredas, defensas ribereñas. Programas para pymes, etcétera.

Se han anunciado más medidas y más inversiones públicas. Estas, por su naturaleza, y tamaño darán fruto en el 2015. Así, el próximo año, si se ejecutan los planes anticíclicos anunciados y por anunciar y Toromocho produce de acuerdo a sus planes y no hay un “Niño” fuerte, puede ser el mejor año económico y político de Humala.

Pero al 2014 ya no lo mueve nada, salvo medidas keynesianas de verdad, transitorias y focalizadas.

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