El reto del presidente Enrique Peña Nieto: Pasar de las promesas a la realidad

El panorama del crecimiento del PBI de México en el 2014 sigue sin cumplir las expectativas. las estimaciones de crecimiento para este año se han recortado.

Por: Redacción Gestion.pe

Los enfrentamientos y protocolos han marcado los casi dos años de la administración de Enrique Peña Nieto. Peña asumió la presidencia de México el 1 de diciembre del 2012 entre gases lacrimógenos, por los enfrentamientos entre manifestantes y policías afuera del recinto legislativo donde recibía la banda presidencial, y un estricto protocolo frente al poder Legislativo e invitados.

Peña Nieto significó el regreso del Partido Revolucionario Institucional (PRI) al poder, en el que estuvo más de 70 años, hasta el 2000, cuando ganó el Partido Acción Nacional y repitió la victoria en el 2006.

El presidente de México, quien fue gobernador de la entidad más poblada del país, el estado de México, logró antes de su Segundo Informe de Gobierno, el 2 de setiembre del 2014, once reformas estructurales, algo sin precedentes.

La reforma que más eco generó fue la energética, que permite la entrada de empresas extranjeras para explorar y explotar los hidrocarburos del país, entre otros rubros, algo que se había prohibido desde el 18 de marzo de 1938 con la expropiación petrolera.

En teoría, la reforma traerá más inversión a México, aunque el récord a romper es alto. De acuerdo a datos de la Secretaría de Economía, en el 2013 se captó US$ 35,188 millones de inversión extranjera directa, cifra 178% mayor al monto reportado en el 2012 y la más alta para un año en toda la historia del indicador.

Pese a los buenos resultados de la inversión, las reformas no han impactado positivamente en el producto bruto interno (PBI), ya que este no repunta. El Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) informó que el PBI del 2013 tuvo un incremento trimestral de apenas 1.07% y, en su comparación con el 2012, de 1.44% en términos reales, el peor crecimiento registrado desde el 2009, cuando la economía presentó un crecimiento negativo de 4.7%.

El panorama del crecimiento del PBI de México en el 2014 sigue sin cumplir las expectativas. A principios de año, la aprobación de las reformas contagiaron a los analistas, quienes preveían un crecimiento de hasta 5%. Hoy, la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) estima un alza de 2.7%, aunque para algunos analistas eso es positivo, ya que firmas como Ve por más y Monex prevén un crecimiento de 1.9% y 2.2%, respectivamente.

Las estimaciones de crecimiento se han recortado por la falta de consumo interno, gasto de gobierno y un sector de la construcción que, pese a que muestra recuperación, esta es incipiente, explicó Rodrigo Heredia Matarazzo, subdirector de análisis y estrategia de Grupo Financiero Ve por Más.

La reforma energética, considerada como la principal del Gobierno de Peña Nieto, no ha tenido la incidencia en el PBI porque sus leyes secundarias y buena parte de los reglamentos fueron aprobados durante el 2014, y será hasta el 2016 cuando se deje ver la magnitud y el beneficio que esta traerá a México, consideró Heredia Matarazzo.

El gobierno federal ha buscado reactivar el sector de la infraestructura con un plan nacional que prevé un gasto superior a cuatro billones de pesos (US$ 314,160 millones) hasta el 2018.

Además, se presentó el nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México, un proyecto que tendrá una inversión de 169,000 millones de pesos (US$ 13,266 millones), que es la obra de infraestructura más grande de las últimas décadas en el país azteca.

Ahora, el Gobierno y las distintas dependencias estatales deben gastar lo asignado, porque “asignado no es lo mismo que gastado”, dijo el analista.

Enrique Peña Nieto fue elogiado en innumerables publicaciones como el “gran reformador de México”, incluso, Time le dedicó la portada de su revista con la leyenda “Saving México” (Salvando a México) en febrero del 2014, mismo mes en que el Gobierno mexicano logró la captura del narcotraficante más buscado del mundo, Joaquín “El Chapo” Guzmán.

Los elogios acabaron y el presidente de México se enfrenta a la peor crisis de su sexenio.

Tlatlaya y Ayotzinapa. “Prometo guardar y hacer guardar la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos y las leyes que de ella emanen y cumplir leal y patrióticamente, y si así no lo hiciere que la Nación me lo demande”, dijo Enrique Peña Nieto ese 1 de diciembre del 2012 cuando la toma de protesta olió a gas lacrimógeno y perfume.

De los elogios internacionales a la presión social

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