Por qué es tan difícil decir no

Por: Redacción Gestion.pe

POSTULACIÓN. En el país hemos acentuado tanto el mal hábito de decir medias verdades, que hoy nos cuesta, consciente o inconscientemente, ser contundentes cuando debemos tomar acciones de importancia. Y a los políticos les cuesta más admitir equivocaciones o anunciar con claridad decisiones, porque creen que conducirse de esa manera les cerraría puertas en el futuro.

Así, como la ciencia política no es exacta respecto a lo que vendrá mañana, prefieren usar la retórica en vez de ser claros, precisos y contundentes.

Es lo que pasa, por ejemplo, con la primera dama, Nadine Heredia, quien prefiere la ambigüedad frente a la exactitud para responder si será o no será candidata a la Presidencia de la República. “El tiempo infame de leyes con nombre propio ya pasó”, respondió la última vez que el periodismo le preguntó sobre el tema.

La intención era dejar constancia que nadie, por lo menos de su partido, presentaría un proyecto de ley para permitirle a un familiar directo del presidente de la República en ejercicio postularse al cargo. Bueno, la verdad es que la pregunta no es si se presentará un proyecto con nombre propio; la pregunta es si será o no candidata a la Presidencia en el 2016.

Como el tenor de la respuesta se desvió del tema principal y la señora Heredia no fue contundente, el debate seguirá ahí, latente, y se reabrirá cada vez que asome este asunto. Eso ha pasado, por ejemplo, con el presidente de la Comisión de Constitución del Congreso que ha debido salir a afirmar que “no se cambiarán las leyes de juego”, en alusión al proyecto de ley que la ONPE había presentado, en el que se obvia, dicen que por olvido, la prohibición de postularse a los familiares del Presidente en ejercicio. Y esto ocurrirá cada vez que aparezca otra iniciativa similar o si se le pidiera al Tribunal Constitucional que interprete la legislación.

Pongamos fin a la costumbre, al viejo hábito de hablar a media voz, y seamos claros, precisos y contundentes, y en este caso, la primera dama debe expresar con total exactitud si será o no candidata a la Presidencia de la República, o acaso tanto cuesta decir no.

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