Ordenando el proceso de innovación

Por: Redacción Gestion.pe

Alberto Haito
DIRECTOR – ARELLANO MARKETING

En los dos artículos anteriores decíamos que ante un mercado que se viene frenando y ante unos accionistas y directores que quieren resultados, nuestra mejor alternativa era lanzar innovaciones, buscando que estas sean claramente diferenciadas.

Ahora bien, el proceso de innovación cuesta, tanto en términos de dinero como de esfuerzo.

Además, siempre está latente el riesgo de fracasar, motivo por el cual debemos buscar tener el mejor proceso de desarrollo posible.

Vemos en el mercado que hay empresas que lanzan y lanzan productos y servicios sin mucho análisis y con la esperanza de que, dada la cantidad, alguno tenga éxito. Por lo general, esas empresas se llenan de SKU, complicando la gestión a todo nivel y afectando la productividad. Adicionalmente, los nuevos SKU, al tener poca rotación y poca escala, tienden a ser menos rentables y presionan los resultados de la empresa.

Para evitar estas fallas en la diferenciación y en la rentabilidad se recomienda instaurar en la empresa un proceso dedicado a optimizar la innovación, siendo
a mi juicio el mejor el
“stage gate”.

El “stage gate” consiste en tener una serie de “compuertas” en cada fase del proceso, las cuales se van abriendo en función de que los proyectos cumplan con los requisitos mínimos establecidos para lograr el éxito.

Por ejemplo, el tener la rentabilidad adecuada, el comprobar vía investigación de mercados que el consumidor está dispuesto a comprar nuestro producto y, además, al precio requerido, etc.

Sobre el “stage gate” hay abundante material en Internet y, si se quiere ser más profundo, hay libros.

Quizá el detalle más importante está en el hecho de que las personas que abren las compuertas para que una innovación continúe su desarrollo tienen que ser diferentes a las personas que están desarrollando la innovación.

Esto minimiza el lógico apasionamiento que tienen los que desarrollan productos o servicios.

Las empresas tienen que reinventarse ante cambios en el entorno. El tema es hacerlo optimizando resultados y minimizando riesgos.